El pasado lunes la empresa de la Real Maestranza de Sevilla presentó oficialmente los carteles de la Feria de Abril. Como es costumbre en estas ocasiones, la prensa especializada suele preguntar y los empresarios suelen contestar con corrección. Éste no es el caso de Eduardo Canorea, que se puso nervioso y quiso señalar a José Tomás como el único responsable de su nueva ausencia en la feria de abril. "A JT" -respondió a un periodista- "se le ofreció el domingo de Resurrección, pero en su ausencia hay muchos porqués", palabras que a todas luces querían tapar la auténtica realidad: el diestro de Galapagar está fuera de la feria sevillana por motivos económicos, al igual que lo está Perera, y con Cayetano, ni le preguntó. Sólo estos tres toreros son los que piden el dinero que consideran acorde con su situación artística. Y Canorea dice que "nones" porque para ganar dinero en Sevilla ya está él. Pocas horas después el apoderado del torero de Galapagar, Salvador Boix, declaraba: "Ya en 2007, Canorea quiso boicotear a JT, pero los demás empresarios no le siguieron." Llegado este momento hay que preguntarse, ¿en qué manos está la plaza de más solera de todo el orbe taurino? ¿Qué dicen los maestrantes a tanta zafiedad? Este señor se ha instalado en la mentira y en el insulto permanentes de quienes no comparten sus opiniones. Alguien tendría que tomar nota. Sevilla no se merece un empresario de tan poca categoría.