Es habitual que famosos y personalidades importantes utilicen nombres ficticios para viajar, registrarse en hoteles o reservar mesa en un restaurante. En el caso de la Familia Real española, las necesidades no sólo de discreción sino también de seguridad se multiplican. El portal Vanitatis.comasegura que algún empleado reveló, a posteriori, el alias que usó el rey durante su hospitalización en el Hospital Clínico de Barcelona: Sumer Sánchez Sánchez.

De acuerdo con esta información, no confirmada pero tampoco desmentida por la Casa del Rey, el propio monarca escogió este seudónimo entre las varias opciones que su equipo le ofreció. Sumer, con una sola m, no era "verano" en inglés, sino simplemente una abreviatura de Su Majestad el Rey. En cuanto a los apellidos, al parecer siempre se busca que sean muy corrientes entre la población española. En este caso, se duplicó.

Es posible que también el expediente médico y todos los informes utilizaran este sobrenombre para evitar que desde el personal del centro médico pudiese filtrarse la presencia del Rey de España. Cabe recordar que en el año 2004 se habló de la supuesta desaparición del expediente médico del Rey aunque Zarzuela lo negó.

Como prueba de que se suele recurrir a estas estratagemas, en otra ocasión trascendió que los Príncipes de Asturias reservaron mesa en un restaurante de Palma de Mallorca con el nombre falso de los señores de Gutiérrez. Quedaron al descubierto porque llegaron tarde y perdieron la reserva aunque unos clientes les cedieron la suya. Al parecer, los príncipes suelen viajar de vacaciones valiéndose también de distintos alias (así lo ha hecho toda la realeza española a lo largo de la historia).

Otro ejemplo: los compañeros de promoción del príncipe Felipe, en su etapa de formación militar en las distintas academias, le conocían con el sobrenombre de Sar, que al igual que sucede Sumer, es otra cosa que las siglas de su título, en este caso el de Alteza Real.