El derrame de buscar crudo, producto tóxico en un río, por efecto de la derrota del permafrost, y el poco mantenimiento de una empresa rusa ha provocado una catástrofe ecológica en el noreste de la Rusia europea, cerca de los Urales, el día 3 de junio. Paralelamente a esta catástrofe las imágenes de televisión nos ofrecían un fuerte desprendimiento de medio kilómetro de longitud en una zona cercana al Cabo Norte, en Noruega. El calentamiento climático de los últimos 120 años que ha sido más intenso desde los años 70 del siglo XX ha sido más intenso en zonas cercanas al Polo Norte, y aunque en algunos casos ha provocado beneficios, como la disminución del tiempo cronológico de los barcos para atravesar el Ártico, los efectos negativos han sido muy superiores a los positivos. Así la disminución de hielo en el Ártico, la fusión del permafrost tienen 2 efectos que amplifican el cambio climático en estas regiones septentrionales del planeta, disminución del albedo y liberación de metano, que es un gas de efecto invernadero. Este calentamiento del Ártico también provoca de rebote un cambio en la circulación general atmosférica de las regiones templadas del hemisferio norte, con un aumento de las situaciones sinópticas de bloqueo ya que disminuye el contraste térmico entre las zonas árticas de clima muy frío y las zonas templadas clima suave. Esto puede provocar un aumento de los riesgos climáticos no noméss en el Ártico sino también en las regiones templadas, olas de calor, sequías, y aguaceros, entre otros.