Cambio Climático

Un joven ganadero: "Si la sequía sigue y no nos ayudan, esto no tiene futuro"

"Facilitar el acceso a las tierras es una buena solución, pero necesitamos más apoyo", dice Gil Casallarch

Un joven ganadero frente a su rebaño.

Un joven ganadero frente a su rebaño. / OSCAR BAYONA

Guillem Costa

Gil Casallarch empezó de cero. Su mujer, veterinaria, le regaló dos vacas cuando cumplió 30 años. Ahora, ya tiene 34 y el rebaño ha crecido bastante: lo forman una treintena de reses que pacen en extensivo en la comarca del Moianès (Barcelona). Es de los pocos que se ha atrevido a intentar ser el relevo en el mundo rural. "Mis padres tenían pollos de granja, pero a mí me gustaban las vacas y finalmente me decidí a probarlo", recuerda.

La gran mayoría de las tierras que utiliza son arrendadas. Su idea era ir creciendo y ampliar el número de vacas, ya que se dedica a vender los terneros que produce. Pero conseguir nuevas parcelas es muy difícil: "Cuesta mucho porque los pocos que trabajamos el campo queremos progresar, para hacerlo algo más rentable, y hay mucha demanda y poca oferta".

Trabajo de mecánico como autónomo, porque con lo que saco de las vacas no tengo suficiente"

La nueva medida del Govern de Cataluña que obligará a los propietarios a ceder sus tierras si están abandonadas le podría servir para aumentar su explotación. "Parce una buena idea, y toda ayuda es bienvenida, pero los gobiernos todavía pueden hacer mucho más por nuestro sector. La burocracia es una de las principales trabas", se resigna.

Mecánico

A día de hoy, Casallarch no se dedica aún a la ganadería al 100%: "Trabajo de mecánico como autónomo, porque con lo que saco de las vacas no tengo suficiente. Mi deseo es ser ganadero a tiempo completo, pero lo veo muy negro".

No solo la falta de tierras es un problema: "Tengo capacidad para mantener a más vacas, pero el otro problema que me preocupa es la sequía. Muchos de mis animales pacen en el bosque, que está sequísimo. Y para alimentarlas durante el invierno cosecho forraje, pero sin agua es casi imposible".

De momento no dará el paso de comprar más vacas: "Si no llueve, nuestro futuro se complica y desapareceremos". De momento, continuará vendiendo terneros y reparando coches cuando los talleres cercanos lo llamen. Ganarse la vida solo con sus vacas, igual que conseguir más tierras y recibir más lluvias, sigue siendo un deseo sin cumplir.

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