Marco, Rocchi, el tatuador barroco de València

El italiano ha desarrollado un estilo casi único y personal para dibujar sobre la piel esculturas y ornamentación imitando la corriente del siglo XVII y XVIII

Durante tres años, ha estado recubriendo por completo el cuerpo de Lee Robert Ness, un trabajo en el que ha invertido 1.000 horas

Marco Rocchi y Lee Robert Ness.

Marco Rocchi y Lee Robert Ness. / Silvia Quadrini.

El italiano Marco Rocchi bien puede presentarse como «el tatuador barroco de València». Autodidacta, dibujando y dibujando en casa, ha conseguido definir un estilo personal —y prácticamente único en el mundo— que hace que sus tatuajes sean reconocidos sin necesidad de preguntar su autor. Durante tres años se ha enfrentado al reto de cubrir todo un cuerpo de tinta.

Esta historia empieza hace un lustro. Tatuador desde hace 10 años, Marco Rocchi se mudó a València y quiso diferenciarse del resto, que dibujan con el estilo realista predominante hoy en día. Por eso, pensó que sería buena idea que Anton Tychkov le tatuara a él, puesto que entonces era el único del mundo en realizar dibujos barrocos sobre la piel y le podría inspirar. A partir de esta experiencia en primera persona, Rocchi decidió crear su propio estilo personal, mezclando barroquismo y realismo. 

«No tenía clientes ni conocía a nadie, empecé dibujando en casa; dibujaba y dibujaba para practicar», recuerda. Fue uno de esos días en los que, a través de una chica con la que salía, apareció en su vida Lee Robert Ness, con una propuesta: quería tatuarse el cuerpo entero.

«Nunca me había planteado que me pudiera pasar algo así en la vida, que una persona totalmente ‘limpia’ te diga que hagas lo que quieras; ojalá que sí, pero pienso que nunca más me volverá a pasar», afirma. Tras su incredulidad —tuvieron que reunirse hasta cinco veces, dice—, Rocchi empezó a pensar cómo podía dibujar todo un cuerpo.

Más que por su Italia natal —lo que podría parecer en un primer momento—, el tatuador cuenta que se inspiró en el Camino de Santiago, ya en pandemia. «Al principio no sabía qué tema representar, luego vino el coronavirus y pensé en representar emociones: la vida por delante y la muerte por detrás», explica.

Asimismo, de este trabajo también destaca que pudo plasmar sus sentimientos: «me han pasado muchas cosas buenas y malas en la vida, y he tatuado estando triste, alegre, enfadado, enamorado...». En total han sido unas 100 sesiones, durante tres años y calcula que hay cerca de 1.000 horas invertidas.

Para completar lo que llama un full body, asegura que tuvo que hacer «un estudio bastante largo» para, por ejemplo, «elegir bien las caras de las estatuas o ver cómo rellenar bien los marcos». De hecho destaca que la decisión de Lee Robert Ness es excepcional pues los japoneses hacen mucho tatuajes de cuerpo entero, pero «no la cabeza, el cuello o las manos».

A mano alzada

Marco Rocchi destaca que su estilo lo plasma «directamente sobre la piel, a mano alzada, sin pruebas, personalizando cada dibujo con la anatomía de cada persona» y también detalla que improvisa en el momento. Por eso, el resultado son tattoos «originales y únicos, que no lleva nadie más». 

A pesar de la espectacularidad de su trabajo, tan rococó con mucha ornamentación e incluso vírgenes, Rocchi asegura que nunca ha pisado una escuela de arte y ha sido autodidacta. «Hacía dibujo interior y, antes, graffiti, leí un libro y aprendí la proporción, por mi cuenta», relata.

Ahora, trabaja en La Piratería Tattoo de València y afirma que sus clientes son de todas las edades. «Hay de todo, pero mucha gente a la que le gusta el estilo gótico y el tatuaje grande, oscuro y elegante para embellecer su piel. El barroco queda bien a los 20 o a los 80 años y también es un estilo que gusta, incluso, a los que no son amantes del tatuaje, como a las personas mayores, porque recuerda a las iglesias», cuenta.

Próximo gran evento

Todo el proceso de tatuar a Lee Robert Ness —que, paralelamente, ha tenido que afrontar una enfermedad en estos años y a quien le une una gran amistad— ha sido documentado, fotografiado y grabado, de principio a fin.

Un equipo formado por amigos del tatuador prepara un documental y del 20 al 22 de octubre se realizará un gran evento en La Casa de la Mar de Alboraia con fotografías a gran tamaño de Silvia Quadrini. Asimismo, habrá música y sorteos de hasta mil euros. El proyecto se ha llamado «Emozione sulla pelle» y sus protagonistas esperan que, después, pueda ir de gira a convenciones —donde estos tatuajes ya son alabados— y también a otros países.