El Empalador

¿Era Drácula vegano? Análisis químicos sugieren que el Conde no comía proteínas

De su crueldad nació el mito literario de Drácula, un poderoso vampiro que se alimentaba de la sangre de sus víctimas

El autentico conde Dracula, cuadro de la exposición Salvaje europeo Dracula.

El autentico conde Dracula, cuadro de la exposición Salvaje europeo Dracula.

Natalia Vaquero

Rumanía ofrece un recorrido plagado de guiños macabros a Vlad Draculea (1431-1476), el mítico Conde Drácula, hijo de un miembro de la orden del dragón, creada para proteger el cristianismo, un luchador volcánico, impredecible y despiadado que se enfrentó rodeado de su leal Guardia Moldava para evitar pagar tributos tanto a los musulmanes otomanos como a los cristianos. Tenía además la manía de ensartar en estacas a sus enemigos.

De esta crueldad nació el mito literario de Drácula, un poderoso vampiro que se alimentaba de la sangre de sus víctimas.

Sin embargo, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Catania ha determinado que Vlad Tepes, el personaje real, no podía emular a su alter ego de ficción por su alimentación: era vegano. El estudio se ha centrado en las cartas enviadas por el noble a los dirigentes de la ciudad rumana de Sibiu hace cinco siglos.

Las cartas manuscritas indican, según el análisis científico, que en realidad solo se alimentaba de vegetales.

Los científicos realizaron un análisis químico de tres cartas escritas en 1457 y 1475 por Vlad. De ellas se extrajeron sangre, sudor, huellas dactilares y saliva a través de etileno-acetato de vinilo (EVA), que no causa daños a lo analizado: "Hemos caracterizado alrededor de 500 péptidos, de los cuales alrededor de 100 péptidos eran ciertamente de origen humano", revelan los autores. "En todos los documentos se identificaron péptidos relacionados con las proteínas de la sangre o provenientes de proteínas involucradas en el sistema respiratorio", añaden.

Los propios responsables del estudio apuntan no obstante que en Rumanía, durante el siglo XV, había escasez de carne debido a las condiciones meteorológicas.

El estudio de la Universidad de Catania presenta más elementos sorprendentes, relacionados con el mito de Drácula. Según las muestras analizadas, Vlad Tepes podría haber sufrido algunas enfermedades, entre ellas la hemolacria y, por ello, sus lágrimas estarían mezcladas con sangre. "Los datos muestran que probablemente sufría procesos inflamatorios de la piel y/o del sistema respiratoria", añade la investigación.

Vlad Tepes III, El Empalador, príncipe durante seis años de Valaquia, el sur de la Rumanía de hoy, es sobre todo un héroe nacional para los rumanos que alimentan la leyenda de un ortodoxo, fallecido como un firme católico aliado del papa Pío II cuando en 1459 llamó a una cruzada contra los turcos que avanzaban desde Constantinopla hacia el oeste de Europa.

La historia de Drácula, el vampiro creado por Bram Stoker inspirado en El Empalador, revive cada año con la celebración del Día de Todos los Santos y Rumanía ofrece ahora la posibilidad de dormir en ataúdes en el Castillo de Bran que la imaginación del escritor irlandés atribuyó al vampiro pero en el que nunca vivió Tepes, dueño de la fortaleza de Poenari, un hombre de nariz aguileña, pómulos sobresalientes, bigote y pelo ensortijado que nació en noviembre de 1431 en Shigisoara, una localidad valaca entonces y hoy, transilvana.