NUEVAS FAMILIAS

Nace en Barcelona el primer bebé en régimen de copaternidad de España: "Es una niña"

Tras un embarazo "complicado", la pequeña nació en Barcelona y pesó 3,1 kilos

Los 'padres' se fueron a vivir juntos los últimos meses de gestación y lo harán los primeros de vida del bebé

La copaternidad son parejas que se ponen en contacto para la crianza de un hijo.

La copaternidad son parejas que se ponen en contacto para la crianza de un hijo. / EPE

David López Frías

Es una niña. Nació el pasado 29 de octubre en Barcelona y pesó 3,1 kilos. Se trata, tal y como adelantó El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, del primer bebé que nace en régimen de copaternidad en España desde que en 2021 se pusiese en marcha este proyecto, pionero en Europa. Por copaternidad se entiende el concepto del nacimiento de un bebé en el que los padres de la criatura no son pareja sentimental. Pero que han acordado formar un equipo para convertirse en padres. En muchos casos, como en el que nos ocupa, no se conocían previamente, y han necesitado un periodo largo para crear un vínculo y así poder formar una familia.

Los padres residen ambos en Barcelona. Ella es profesora y tiene 39 años. Él tiene 38 y es funcionario. Sonia y Albert (nombres ficticios), cada uno por su cuenta, había querido tener hijos. Pero, por circunstancias de la vida, nunca lo consiguieron. "Ella había congelado óvulos y estaba dispuesta a ser madre soltera", explica la antropóloga Carmen Balaguer, fundadora del proyecto en el que se han conocido los protagonistas de esta historia.

Madres solteras

Sonia estaba dispuesta a ser madre soltera, pero decidió explorar todas las posibilidades. Y entre ellas, entró en contacto con Copaternidad. Una iniciativa que nació oficialmente en 2021, pero oficiosamente tres años antes, cuando asistió a una clase en la universidad en la que le explicaron que el número de madres solteras por elección se había incrementado un 300% en los últimos años.

"Pues algo tenemos que hacer, pensé. En 2018 puse en marcha una página de Facebook con esta idea. Pero no fue hasta 2021 cuando puse en marcha la empresa", le explica Carmen a este diario desde Barcelona.

"La idea era poner en común a personas que querían tener hijos pero no tenían con quién. Porque no tenían pareja, porque no habían encontrado a la persona ideal...". Y fue así como empezó a recibir solicitudes de personas que se encontraban en esa situación y que optaron por acudir a los encuentros de Copaternidad.

Porque, a grandes rasgos, en eso consiste esta idea: reunir a dos personas con este objetivo, encontrar a alguien con quien poder tener hijos. Copaternidad pone en contacto a ambas partes interesadas en encontrar a una pareja. Pero no sentimental, sino para afrontar la paternidad: "Esto no es el Tinder de la paternidad", subraya siempre Carmen. De lo que se trata no es de encontrar novia o novio, sino de compartir la crianza de una criatura.

800 euros

Por un precio próximo a los 800 euros, se traza un perfil de las personas inscritas, se busca a alguien con sus mismas necesidades y se organizan encuentros para que estas personas se conozcan, buscando compatibilidad. Se organizan quedadas, las personas se presentan y se conocen. Si están satisfechos, se siguen conociendo. Si no, cambian de candidato/a.

"Albert había empezado a conocer previamente a otras dos chicas. Sonia, a tres chicos. En ningún caso cuajó y siguieron con la búsqueda de una persona con quien congeniar", explica Carmen. Finalmente ambos se encontraron. Y la cosa empezó a fluir.

Carmen Balaguer, responsable de la empresa de Barcelona de coopaternidad.

Carmen Balaguer, responsable de la empresa de Barcelona de coopaternidad. / CEDIDA

Tras las citas, Carmen habla con los candidatos para preguntarles qué tal ha ido y cómo se habían sentido. Pareció que entre ambos había feeling y decidieron seguir conociéndose. "Yo, tras los encuentros, siempre les paso una serie de preguntas por WhatsApp. Cuando llevan varios encuentros y la cosa está más consolidada, hago un grupo con ambos", explica la responsable del proyecto.

Preguntas que sirven para saber el grado de confianza entre ambas personas: "Por ejemplo, les pregunto si se sentirían libre de llamar a la otra persona a las 4 de la madrugada porque el niño, cuando nazca, se haya puesto malo y haya que ir al hospital". En ambos casos la respuesta fue afirmativa. "Y por supuesto", añade, "se les pasa preguntas importantes de temas que hay que hablar antes de tener un niño: educación, manera de organizarse, economía y muchísimos temas más. Todo ello quedará recogido en un acuerdo".

Viajes juntos

El proceso entre Sonia y Albert avanzó hasta el punto que decidieron empezar a hacer viajes juntos, conocer a las respectivas familias y, finalmente, irse a vivir juntos cuando el embarazo ya estaba avanzado. "Han estado conviviendo tres meses. Ahora que ha nacido la niña, han decidido seguir viviendo juntos durante, al menos, los seis primeros meses de vida", explica Balaguer.

Porque al final fue que sí, que estaban dispuestos a compartir la crianza de un bebé, a pesar de que ni eran pareja sentimental, ni tiene visos de que lo vayan a ser. Cuando eligieron pareja y se dieron el virtual "sí quiero", decidieron avanzar en los trámites de gestación y, nueve meses más tarde, nació la pequeña. Antes del embarazo, no obstante, se firma un acuerdo privado entre las dos partes para decidir en qué condiciones tendrá lugar la crianza.

Embarazo "complicado"

"Ha sido un embarazo complicado. Un proceso delicado en el que ella necesita reposo y ahora mismo no quieren hablar con medios. Pero yo sí que he ido siguiendo el proceso y a mí me ha contado que está contenta con el paso que dio, que mucho mejor juntos. Si hubiera decidido tener a su hija ella sola, contaría con su madre. Pero ahora cuenta con la persona con la que decidió tener al bebé y compartir crianza. Y están contentos con la decisión que tomaron".

Es, como explica Carmen, el primer bebé que nace en el entorno de este proyecto, con personas que se conocieron allí y que han seguido todo el proceso dentro, al auspicio de Copaternidad. Pero no va a ser el único. De hecho, está previsto que en febrero nazca otro bebé de una pareja que también se conoció en los encuentros que organiza la empresa para este fin.

A pesar de que su proyecto ha recibido críticas, Carmen defiende que es beneficioso para todas las partes: "El miedo a sufrir alguna enfermedad grave o fallecimiento, lo que dejaría al niño sin ninguno de los progenitores. La imposibilidad de conciliar la vida laboral con la familiar. La dependencia absoluta de los familiares, si es que los tiene. Que el niño tenga un padre, que lo conozca, que sepa sus orígenes. Darle el derecho a poder saber de dónde viene. En una clínica con un donante anónimo se anula por completo la posibilidad de conocer una parte de los orígenes. Además de la importancia del apoyo mutuo, ya no solo logístico, sino emocional", cuenta Carmen.

Pero, sobre todo, para la criatura que llega al mundo: "Para un niño que nace y crece en un determinado ambiente, siempre que sea de amor y respeto, él lo va a interiorizar y normalizar. Si un niño crece en copaternidad, para él eso es lo normal, como si crece con dos padres, dos madres o sus abuelos. Cuando esa persona vaya al colegio se encontrará que hay mucha diversidad familiar, que tu familia es así, pero habrán niños con padres divorciados, niños de solo una mamá o solo un papá, amigos que están con los abuelos, adoptados, etc. Tú no eres diferente, eres uno más, y tu situación es la más normal del mundo porque es lo que has vivido siempre", concluye Carmen.

 Mientras, la niña y sus papás descansan en Barcelona tras un proceso complicado pero que, felizmente, ha salido bien. Y ha puesto las bases de un nuevo modelo de familia que nace mediante un método pionero y que, a juzgar por el número de personas que se interesan por él, crece a diario.