Realizar deporte reduce hasta un 30% el riesgo de sufrir cáncer

Realizar ejercicio físico puede reducir hasta un 30% el riesgo de padecer cáncer y casi un 20% la mortalidad una vez la enfermedad es diagnosticada. Los datos más sólidos sobre los beneficios de realizar deporte se han detectado en cáncer de mama y colorrectal, pero se extienden a otros tumores como próstata, pulmón, vejiga, endometrio o estómago.

Ante ello, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) lanzó ayer lunes una campaña destinada a concienciar a la población en general sobre la importancia de realizar ejercicio físico, pero también a los pacientes y a los médicos, para que prescriban la realización de ejercicio a la par que el resto de tratamientos frente al cáncer. «El ejercicio es un pilar fundamental en un estilo de vida saludable.

A pesar de ello, pocos pacientes con cáncer se mantiene físicamente activos por falta de información por parte de los profesionales sanitarios y las resistencias de los pacientes», explica el presidente de SEOM, César A. Rodríguez.

En España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el 37,7% de la población adulta realiza actividad física regular mientras que un 27,4% de la población se declara sedentaria. El objetivo de la sociedad médica es, por tanto, aumentar el número de españoles y pacientes que practican deporte, por sus beneficios en todas las etapas frente al cáncer, desde la prevención, pasando por el tratamiento hasta evitar las recaídas.

Aumento de la incidencia

Con motivo del Día del Cáncer, que se celebra cada 4 de febrero, SEOM ha presentado su informe anual ‘Las cifras del cáncer en España 2024’, que prevé que este año se diagnostiquen 286.664 casos, un 2,6% más que en 2023. La incidencia aumenta debido al incremento de la población española, el envejecimiento y los hábitos de vida insanos como el sedentarismo, las dietas poco saludables y el consumo de alcohol y tabaco.

De hecho, se calcula que un tercio de las muertes por cáncer se debe a factores evitables como el tabaco, el sedentarismo o las dietas inadecuadas. En este sentido, el descenso del hábito tabáquico entre hombres ha provocado un descenso del cáncer de pulmón y vejiga; mientras que en mujeres se ha dado el efecto contrario: el cáncer de pulmón casi se ha triplicado desde 2003 debido al incremento de mujeres fumadoras. «Este cáncer no estaba ni entre los diez primeros en mujeres hace unos años y ahora está en tercera posición», ha advertido Jaume Galceran, presidente de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN).

Crece la supervivencia

A la par que aumenta la incidencia, se incrementa la mortalidad. En España los datos del INE del 2022 indican que los tumores fueron responsables de casi un cuarto de las muertes (114.828 decesos, lo que supone el 24,7% de todas las muertes), solo por detrás de las enfermedades del sistema circulatorio. En hombres, los cánceres más mortíferos son pulmón, colon y próstata, mientras en mujeres mama, pulmón, colon y páncreas.

La buena noticia es que debido a mejoras en el diagnóstico y los tratamientos, la supervivencia de los pacientes se ha duplicado en los últimos 40 años. Así, en hombres la supervivencia neta a cinco años en el periodo 2008-2013 fue del 55,3 % y en mujeres del 61,7 %.