Entrevista | Ricard Camarena Cocinero

Ricard Camarena: "Nos hemos acostumbrado a tener de todo, ahora y siempre"

«La gente no tiene en su cabeza los ciclos del producto, es difícil renunciar a según qué cosas cuando las ves con normalidad en el mercado durante todo el año», lamenta el chef Ricard Camarena

El chef Ricard Camarena.

El chef Ricard Camarena. / Miguel Ángel Montesinos

Begoña Jorques

Begoña Jorques

El cocinero valenciano Ricard Camarena es uno de los chefs más conocidos de la ciudad y poseedor de dos estrellas Michelin. El sábado se pone de nuevo delante de las cámaras de À Punt con el estreno del concurso «Tupper Club». Durante su presentación habla con Levante-EMV de su regreso a la peueña pantalla y, por supuesto, de cocina

¿Qué le animó a embarcarse, de nuevo, en un proyecto televisivo? 

La insistencia y porque ya no tenía excusas para decir que no (risas), porque todo lo que pedí me lo dieron en cuanto a intentar optimizar tiempos, que pudiéramos hacer el rodaje en menos tiempo de lo esperado.

¿Se siente cómodo delante de la cámara? Ya es su segundo programa después de «Cuineres y cuiners», también en À Punt.

La cámara no me impone, sobre todo, porque no intento ser nada que no soy, trato la cámara con mucha naturalidad porque no tengo que estar recordando que soy un personaje, sino que siempre intento decir y hacer lo que siento.

 ¿Por qué cree que se mantiene el éxito de los programas de cocina, sobre todo en televisión, donde las cosas van tan rápido?

Porque creo que es algo aspiracional y accesible, todo el mundo ve que puede hacer eso en su casa, que se pueden sentir partícipes. Hablamos de cocinar, que lo haces con más o menos recursos, con más o menos solvencia, pero todo el mundo lo hace. Además, la televisión también muchas veces esa labor pedagógica a nivel culinario y por eso sigue teniendo éxito.

"El interés que hay por la cocina se va a mantener con el paso de los años"

¿Nota interés en la calle por la cocina? ¿La gente le pregunta en sus restaurantes? 

Muchísimo, pero ya hace años. En los últimos diez años he visto un cambio significativo y siempre a más, no pienso que esto sea una moda ni mucho menos, sino que el interés que hay por la cocina se va a mantener con el paso de los años, porque es algo que hacemos todos los días. 

Es uno de los cocineros que más defiende el producto de cercanía, de temporada. ¿Somos sostenibles en ese sentido o se sigues encontrando cerezas en el mes de enero? 

Claro que me las sigo encontrando. Pero no todo el mundo tiene la sensibilidad ni el conocimiento para entender que esas cerezas que hay ahora mismo vienen de Perú. No tenemos pedagogía al respecto, la gente no tiene en su cabeza los ciclos del producto, nos hemos acostumbrado a vivir en una sociedad donde lo tenemos todo, ahora y siempre, y es difícil renunciar a según qué cosas cuando las ves con mucha normalidad en cualquier parada del mercado o en cualquier supermercado durante todo el año. Tampoco hay una clara identificación del origen de los productos, por lo tanto esa vinculación entre el producto de temporada y el de no temporada tampoco la tenemos clara y eso es una cuestión de pedagogía que se tendría que hacer desde las escuelas. 

¿Ha cambiado el gusto del comensal? ¿Qué comíamos antes y qué comemos ahora?

Ha cambiado muchísimo. Antes comíamos de manera más tradicional y ahora somos mucho más abiertos, pero es una cuestión lógica porque antes no viajábamos y en los últimos 15 años todo el mundo ha tenido acceso a los viajes de una manera mucho más amplia y sobre todo más sostenida en el tiempo. Cuando viajas estás más relajado, tiene más tiempo, está más abierto a nuevas experiencias, y el bagaje que da eso se traslada en el día a día. Estamos más abiertos a probar cosas porque la hemos probado fuera.

¿Qué receta o producto nos recomendaría para estas fechas?

La alcachofa porque este año, además, se ha hecho mucho de esperar. Tenemos alcachofas buenas desde hace tres semanas, es totalmente anómalo y yo creo que siempre es un producto ganador. Además, es una verdura muy nuestra, no en todas las regiones la hay, ni siquiera en todas las regiones se conoce ni tiene la importancia que tenemos aquí. La alcachofa me gusta de cualquier manera: frita, en tortilla; si es asada, entera al horno, luego pelada y aliñada con una vinagreta. Y aunque sea hervida o incluso a láminas cruda y aliñada con un poco de aceite, limón y pimienta y sal, ya está buena.

Bombas Gens, donde se ubica su restaurante, ha cambiado de rumbo. ¿Qué le parece?

Bien porque a nosotros no nos ha condicionado el espacio de arte ni la colección que había dentro. Nosotros hemos mantenido una convivencia maravillosa y la vamos a seguir manteniendo, porque cada uno está dentro de su casa. Yo he cambiado el menú cien veces y a mí nadie ha venido a pedirme explicaciones o he cambiado mis horarios un montón de veces y desde la fundación nadie ha dicho nada. Además, entiendo que el cambio es positivo para ellos. Es positivo para la fundación [Fundación Per Amor a l’Art] y voy a pensar que también es positivo para la ciudad de València. 

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