Las fuertes lluvias registradas durante toda la semana pasada en el estado de Iowa, en la región central de Estados Unidos, provocaron se abriera un agujero de unos diez metros en la pared de la presa del lago Delhi, lo que desencadenó su rotura y la inundación de las zonas próximas el pasado domingo. La presa estaba situada a unos 72 kilómetros de Cedar Rapids, la segunda mayor ciudad de este estado americano, y fue construida en los años 20 del siglo pasado para que la zona turística que hay allí tuviera un lago artificial.

Debido a que las zonas aledañas estaban pobladas, el gobernador de Iowa pidió ayuda a la Guardia Nacional para que auxiliaran en las tareas de emergencias de las zonas afectadas, entre ellas, el desalojo de la cientos de habitantes de varias comunidades cercanas.

La población más afectada fue la de Hopkinton, situada junto a la presa, y cuyos habitantes sólo contaron con unos pocos minutos para abandonar sus hogares después de comenzar a escuchar las sirenas que les alertaban de la posible tragedia que se avecinaba, ya que el agua había comenzado a rodear sus viviendas. La rapidez en los desalojos preventivos tuvo su recompensa: no hubo una sola víctima mortal.

La rotura se produjo debido a que se registraron lluvias inusualmente copiosas para la temporada estival y, entre otros efectos, provocó que el río Maquoketa se desbordara creciendo un metro más que su nivel histórico más alto, que se registró en el año 2004.

La fractura de diez metros vació casi totalmente el lago de 15 kilómetros de largo y causó millones de dólares en daños, especialmente en unas 900 casas y cabañas de recreo en las orillas del «Delphi Lake». Las labores de limpieza de la zona continúan todavía debido a los grandes destrozos registrados en la zona del siniestro. Esas labores tuvieron que detenerse a principio de semana debido a que las lluvias continuaban siendo demasiado intensas.

China evita el desbordamiento

Por otro lado, la presa de las tres gargantas, situada en el centro de China, está al límite de su capacidad. Este es el mayor embalse artificial de agua del mundo y durante estos días, debido a las fuertes lluvias que azotan esa región de China ha alcanzado un caudal de entrada de 70.000 metros cúbicos de agua por segundo, con lo que ha superado el récord histórico de 1998.

Por todo ello, y debido a que ha estado a punto de desbordarse en diversas ocasiones, la autoridades locales se han visto forzadas a abrir sus compuertas para desembalsar 40.000 metros cúbicos por segundo a intervalos desde hace varios días.

Si la presa sufriera algún tipo de percance sería una de las mayores catástrofes de la historia. De momento, la presa no corre peligro, pero las lluvias ya han causado más de 150 muertos en la región que hay alrededor del embalse. Además de China, las lluvias están siendo especialmente dañinas en India, donde ya hay cien muertos.

28 años con el estigma de la Pantanada de Tous

En la Ribera todavía recuerdan más de veinticinco años después la Pantanada que asoló la comarca tras el desborde del Xúquer y la ruptura de la presa de Tous, por deficiencias en la construcción y de mantenimiento, según quedó probado en la sentencia firme, dictada X años después.

El martes 19 de octubre de 1982 se habían registrado en algunos puntos de la cuenca del Xúquer hasta 150 litros por metro cuadrado. El excesivo volumen acumulado por la presa por la noche debido a la decisión de no abrir las compuertas, acabó por darle una mayor dimensión a una inundación que ya arrasaba la comarca y que terminó por llevarse la vida de nueve personas y afectar a 30.000 familias.

En aquella época, la presencia de pluviómetros era más bien escasa, aunque sí se conservan algunos registros como los más de 300 litros que cayeron en Millares o los 565 que de Enguera. Otros guarismos reseñables son los más de 500 litros por metro cuadrado que se dieron en 1.085 kilómetros cuadrados de la provincia de Valencia. En total, la tormenta registró en la Comunitat Valenciana casi 6.000 hectómetros cúbicos de agua.

Pese a que la presa de Tous nunca fue inaugurada porque jamás estuvo terminada, llevaba en funcionamiento desde 1978. La rotura de la presa afectó de lleno a 29 localidades, dejando más de 30.000 familias damnificadas y unas pérdidas que rondaron los 55.000 millones de pesetas de la época.

La dimensión del desastre fue tal, que ha sido necesario celebrar cuatro juicios para dirimir responsabilidades. En el primero, en 1986, se sentaron cuatro ingenieros, entre ellos al autor del proyecto, en el banquillo. Los recursos derivaron en una segunda vista tres años después, en la que sólo fueron condenado dos de los ingenieros. El tercer juicio quedó inconcluso por la petición del Ministerio Fiscal de incluir a afectados que no estaban en la causa. Finalmente, el cuarto, celebrado en 1995, concluyó con la absolución de los únicos dos acusados.

A lo largo de los años, se sucedieron los pagos fraccionados de las indemnizaciones, para las que nunca se obtuvo un criterio satisfactorio para todos los damnificados. De hecho, los últimos 44 damnificados no cobraron hasta 2008.