Con cuatro bolsitas herméticas de un líquido azul escondidas en el sujetador fue detenida el pasado año la prostituta acusada de matar a un cliente con el "beso del sueño" e intentarlo con otro, ya que era en su ropa interior donde guardaba la droga con la que dormía a sus víctimas para luego robarles.

La procesada, Verónica Elisabeth P. M., de nacionalidad ecuatoriana y de 35 años, fue detenida el 29 de mayo de 2009 cuando, disfrazada con "una peluca larga y muy arreglada", salía de su domicilio en Madrid para ir en busca de nuevas víctimas, dijo en el juicio uno de los policías que intervino en la operación. El agente advirtió que puede haber más casos en Barcelona, Valencia o Bilbao, donde también ejerció.

En el segundo día de la vista oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid, y en la que la acusada se enfrenta a una pena de prisión de 33 años, han declarado más de una decena de policías que fueron relacionando varias denuncias de hombres que habían despertado con sus casas desvalijadas después de estar con una mujer.

La acusada reconoció el primer día del juicio que ejercía la prostitución y utilizaba el denominado "beso del sueño" para poder robar a sus víctimas. Aunque dijo no tener intención de matarlas, la dosis de las sustancias que empleaba era 23 veces superior a la recomendada para un adulto.