En apenas una semana la Guardia Civil ha resuelto lo que en otras circunstancias se hubiera antojado como un crimen complicado de probar. El cadáver de un hombre era encontrado el pasado 12 de agosto, dentro de un paquete, en el maletero de un vehículo en el término municipal de Beniarjó. Apenas unos minutos antes este mismo vehículo se había saltado un control policial en un rotonda a las afueras de la localidad. Gracias a este inesperado encuentro los presuntos asesino pudieron deshacerse del cadáver, como era supuestamente su intención, y ello dio ventaja a los investigadores para resolver en pocos días el asesinato y llevar a los autores ante el juez.

Los tres arrestados, dos hombres y una mujer, todos ellos de nacionalidad lituana, ingresaron ayer en prisión por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de Gandia. El juez les imputa un delito de homicidio, a falta por concretar si se puede calificar como asesinato, y otro de estafa continuada, según apuntaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Todo apunta a que el móvil del crimen es económico y que la víctima, un ciudadano francés residente en Gandia, tenía negocios con sus presuntos asesinos, según explicaron las fuentes consultadas por este periódico.

El hallazgo del cadáver se produjo la madrugada del pasado 12 de agosto, como adelantó en exclusiva Levante-EMV. Esa noche la Guardia Civil había establecido un control preventivo en una rotonda de entrada al municipio de Beniarjó. Así, en torno a las cuatro de la madrugada, los agentes observaron que un vehículo realizaba una maniobra evasiva para intentar eludir el control e iniciaron su persecución.

Pocos minutos después los agentes hallaron el vehículo en una zona próxima pero no había rastro de sus ocupantes, quienes habían huido a pie. No obstante, los guardias descubrieron algo con lo que no contaban, en el interior del maletero del coche hallaron el cuerpo sin vida de un hombre con signos de violencia. El cadáver estaba atado y dentro de una especie de paquete.

Gracias a la matrícula del vehículo y después de identificar al fallecido, las pesquisas para dar con los autores del crimen se aceleraron. Asimismo, la autopsia confirmó que la víctima había muerto como consecuencia de los golpes. El Juzgado de Instrucción número 3 de Gandia es el encargado de llevar el caso.