La policía nacional se ha incautado de 1.450 plantas de marihuana que una familia cultivaba en dos chalés de Manises. Los propietarios de los invernaderos ilegales, un padre y sus dos hijos, fueron detenidos como presuntos autores de un delito contra la salud pública. Además, durante el registro de los domicilios los agentes también encontraron tres escopetas y dos rifles, todas propiedad del hijo, quien tenía el permiso de armas retirado.

Uno de los detenidos había habilitado en la parcela dos invernaderos para el cultivo de las plantas en cuyo interior había construido una especie de altillo para poder tener así hileras de plantas en dos alturas. Asimismo, los invernaderos contaban con un sofisticado sistema de ventilación y tubos extractores, así como un sistema de riego y otro de iluminación con lámparas especiales, todo ello conectado a temporizadores y a los postes de la luz. Del mismo modo, en la zona más alta del chalé tenían dispuestos cables que utilizaban para el colgar y secar las plantas.