La pedanía de Castellar-Oliveral despedirá esta tarde a sus tres vecinos muertos el pasado viernes a cuchilladas presuntamente por José Francisco Planells, de 33 años, quien ha pasado a disposición judicial hoy después de haber dormido viernes, sábado y domingo en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Alfafar. De los funerales ha trascendido que el de la anciana octogenaria, conocida como Carmen «la Pimentonera», tendrá lugar a las tres y media de la tarde en la parroquia de Nuestra Señora de Lepanto, según explicó ayer el alcalde pedáneo de Castellar, Francisco Antequera. Del sepelio de José Ramón Julián, de 50 años, y de su hijo Héctor, de 13, se sabe que será probablemente en la más absoluta intimidad, en un tanatorio de Valencia.

Mientras tanto la población se recupera del duro golpe recibido el viernes por la noche, cuando en un arrebato José Francisco Planells dejó a su hija de siete meses a buen recaudo y cogió un cuchillo con el que empezó a ensañarse con sus vecinos del rellano, puerta a puerta. Tres muertos y dos heridos graves fue el balance de una actuación indiscriminada y salvaje que solamente se paró cuando irrumpió en la finca de la calle Poetisa Leonor Perales i Escalante un policía local que pudo detener al agresor.

La conmoción en Castellar sigue intacta. El vecindario identifica al detenido como una persona «normal» y extremadamente «amable». Está casado y junto a su mujer parecía no tener problemas. «Era feliz con su hija», aseguraron. La pareja tenía trabajo y parecía que todo iba bien hasta que llegó el viernes.

En la pedanía las víctimas y los familiares no salían a la calle. El dolor es inmenso no sólo en el entorno de los muertos y los heridos, también en el del presunto autor de los hechos y en el de su mujer, quien hasta el momento ha abandonado la casa donde pasó todo y se ha instalado con su hija en la vivienda de sus padres. Nadie se ha marchado del pueblo, pero apenas se dejan ver fuera de sus lugares de residencia, cerrados a cal y canto.

Secreto de sumario

El detenido se negó a declarar y en principio no ha explicado a la Guardia Civil qué es lo que le pasó esa noche y la motivación que tuvo para atacar a sus vecinos. Ayer, agentes de la Benemérita seguían investigando las causas del triple homicidio. La delegada del Gobierno, Ana Botella, señaló que se están agilizando «al máximo las líneas de investigación» y que la Guardia Civil trabaja «intensamente» tomando declaración no solo al supuesto autor de los hechos, sino también a todos los vecinos que estuvieron allí, además de documentar el caso y practicar las diligencias. Ana Botella destacó que el juez decretó el secreto de las actuaciones.

Crespón negro

Durante todo el domingo Castellar dio muestras de su apoyo a las familias en la calle. Las banderas seguían ondeando a media asta –como la del hogar del jubilado blanca y con un crespón negro– y en la plaza de Nuestra Señora de Lepanto se instaló una pequeña capilla junto a la iglesia en la que los vecinos depositaban velas para recordar a los tres fallecidos.

Por la noche, otra vez una convocatoria realizada a través de las redes sociales logró concitar a unas doscientas personas. Eran las nueve de la noche y se guardó un minuto de silencio