La Guardia Civil arrestó el pasado miércoles a un hombre de 60 años acusado de dos delitos de agresión sexual. Según fuentes conocedoras del caso, el sexagenario, dueño de un estanco en una localidad de l'Horta, presuntamente violó a al menos dos de sus antiguas empleadas, a quienes contrataba para limpiar el local y mantener relaciones sexuales. Según parece, en un primer momento los encuentros fueron consentidos, a cambio de dinero, pero posteriormente, cuando las mujeres se negaron a seguir manteniendo esta extraña relación laboral, el acusado habría abusado sexualmente de ellas sin su consentimiento.

Esta es la versión en la que coinciden las dos mujeres que lo denunciaron hace unos días ante la Guardia Civil por un presunto delito de abusos sexuales. Ambas tienen entre 30 y 40 años, son de origen español y extrabajadoras del estanquero.

Por su parte, el arrestado confesó que sí mantuvo relaciones sexuales con estas dos mujeres pero que en ningún caso abuso de ellas, sino que las relaciones fueron consentidas a cambio de una importante cantidad de dinero. Según declaró ante el juez, fueron ellas las que le amenazaron con denunciarlo si dejaba de pagarles dicha cantidad.

Los hechos se remontan a meses atrás cuando este hombre contrató a una de las mujeres como empleada de la limpieza en su estanco, situado en una localidad de l'Horta. Asimismo, también contrató a otra aunque éstas no llegaron a coincidir en el local.

Tiempo después una de ellas presentó una denuncia en la que aseguraba que su exjefe le había obligado a mantener relaciones sexuales. En un primer momento le pagaba porque se dejara manosear pero más tarde la cosa fue a mayores y ella se negó.

Del mismo modo, cuando los investigadores de la Guardia Civil realizaban indagaciones para cerciorarse de la veracidad de este testimonio, se presentó una segunda denuncia de otra trabajadora, que supuestamente no tiene ningún tipo de amistad con la anterior.

Agentes de la Guardia Civil procedieron a detener al sospechoso en su domicilio el pasado miércoles por la tarde. A la mañana siguiente el arrestado fue puesto a disposición judicial. El Juzgado de Instrucción número tres de Torrent, en funciones de guardia, le tomó declaración al acusado de dos delitos de agresión sexual. El juez lo dejó en libertad con cargos después de que alegara que las relaciones fueron consentidas.