La modernización de los procesos productivos se reveló ayer como uno de los métodos más eficaces para salvar vidas. El accidente se produjo en una industria especialmente peligrosa, la pirotécnica. Como ha sucedido en otras ocasiones, se produjo una potente deflagración en una de las casetas, pero esta vez sin heridos: los cartuchos estaban siendo recargados en un proceso automático, así que no había trabajadores en el interior.

El accidente sobrevino minutos antes de las doce del mediodía de ayer. Una potente deflagración ocurrida en el interior de una de las casetas levantó el techo, que salió despedido. En el interior sólo había un sistema automático de montaje en cadena destinado a recargar cartuchos con material pirotécnico y recubrirlo posteriormente con aluminio.

El origen del siniestro, que está siendo investigado por la Guardia Civil, podría ser una reacción química inesperada, aunque esta hipótesis aún no ha podido ser confirmada.

En ese momento, en la pirotecnia Faubel de Llíria, sita en la partida dels Olivarets, había sólo dos trabajadores, pero se encontraban suficientemente lejos de la caseta siniestrada como para resultar ilesos. Bomberos de los parques de l'Eliana y Paterna acudieron enseguida a la instalación y lograron sofocar por completo el incendio pasada la una de la tarde, tras lo cual inició su investigación la Guardia Civil.