Un hombre de 71 años fue encontrado muerto ayer en su vivienda de Gilet con evidentes signos de violencia. Todo apunta a que fue su propio hijo, quien padece de esquizofrenia, el que acabó con su vida a golpes.

El presunto homicida fue detenido por la Guardia Civil en el Hospital Clínico después de que acudiera a curarse de las heridas que presentaba en la mano, producto precisamente de la brutalidad con la que golpeó a su padre.

El crimen fue descubierto ayer por la tarde después de que la Guardia Civil del puesto de Estivella recibiera una llamada de un amigo del presunto autor alertando de la posibilidad de que en un chalé situado en el término de Gilet podía haberse producido una muerte violenta.

Los agentes de la Benemérita se trasladaron al lugar y en el interior de la vivienda hallaron el cadáver de un septuagenario con claros signos de violencia. El juez procedió al levantamiento del cadáver, el cual fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia donde hoy se le ha realizado la pertinente autopsia para esclarecer las causas y data de la muerte.