Agentes de la Policía Nacional actuaron el lunes, sobre las 20.30 horas de la noche, para trasladar al centro de salud más cercano a un bebé de apenas diez días que se estaba ahogando en una calle de Torrent, según informaron ayer fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Valencia.

Los agentes estaban en servicio de prevención en un coche patrulla cuando fueron requeridos por una pareja que se encontraba en plena calle, «muy nerviosa», según las citadas fuentes, puesto que su hijo recién nacido estaba a punto de dejar de respirar.

Los policías trasladaron inmediatamente al centro de salud a la pareja con su hijo, gracias a lo cual los médicos pudieron estabilizar a tiempo al pequeño. Una vez que los médicos del centro de salud lograron dar esos primeros cuidados al niño, aconsejaron su traslado en ambulancia al servicio de urgencias pediátricas del Hospital General de Valencia, donde fue sometido a una completa exploración para conocer su estado y averiguar la razón de que estuviese a punto de entrar en una parada respiratoria que habría podido ser letal en caso de no haber intervenido un médico a tiempo. De hecho, la policía se congratuló ayer de la rápida intervención de sus agentes.