La Audiencia Provincial del Valencia ha condenado a 12 años de prisión al hombre que en 2015 propinó una brutal paliza a su novia, a la que dejó en coma y causó lesiones cerebrales irreversibles. El hombre, de nombre Virgilio, ha sido condenado a cárcel por intentar asesinar a la mujer, con la que tiene prohibido comunicarse durante 13 años.

Además, deberá cumplir otro año más de prisión por un delito de acoso sobre su víctima, delito por el que también se le prohíbe comunicarse con ella durante tres años más.

El acusado, cuya insolvencia declara el mismo tribunal que lo condena, también tendrá que pagar más de un millón y medio de euros en concepto de indemnización. En concreto, habrá de abonar a su víctima más de un millón de euros por las secuelas que sufre la joven y la incapacidad permanente absoluta que le ocasionó la agresión, otros 150.000 euros a los familiares de la mujer "en atención a la sustancial alteración de la vida y convivencia derivada de los cuidados y atención continuados" que han de prestar a la joven, y 100.000 euros más como máximo para adecuar la vivienda de ella a sus actuales circunstancias.

El hombre también deberá pagar 29.000 euros a cada uno de los progenitores de su víctima, así como 125.000 euros más a la Generalitat Valenciana por los cuidados sanitarios que la joven requirió debido a la agresión.

Virgilio, que ya tenía dos condenas anteriores por malos tratos a otras parejas, propinó una brutal paliza a su novia en septiembre de 2015 en Manises. El hombre alegó que le dio "un ataque de locura" y que, al coger a la víctima del cuello, ella "se cayó al suelo y se dio con la pared y una silla".

Luego, creyó que estaba muerta y se fue a comprar. "Pensé que estaba muerta y me fui de compras con mi hermana", declaró en el juicio con gran frialdad. Tras la agresión, la joven, que quedó en coma y sufrió daños cerebrales irreversibles, tuvo que permanecer 384 días hospitalizada y, aún hoy, sigue acudiendo diariamente a rehabilitación.