Solo tres semanas después de que la Guardia Civil se incautara de un alijo de 400 kilos de cocaína y detuviese a tres hombres cuando iban a sacar la droga del puerto de València, la Policía Nacional y Aduanas han recuperado un nuevo cargamento de la misma sustancia, esta vez de 119 kilos de peso. Como el anterior, se trata de un gancho perdido, esto es, los narcos aprovechan un envío comercial legal en el que ni exportador ni importador conocen la existencia de la droga, que es recuperada por grupos especializados una vez que el contenedor llega al país desde la que será distribuida.

En esta ocasión, la droga, que, como siempre, iba distribuida en paquetes de un kilo de peso y camuflada dentro de mochilas grandes -entre 25 y 30 por bolsa-, fue colocada en un cargamento de semillas de lino que había partido del puerto canadiense de Halifax. Es la primera vez que a València llega un envío de cocaína procedente de ese país de Norteamérica. El año pasado, por ejemplo, hubo tres ganchos perdidos procedentes de los Estados Unidos, pero ninguno de Canadá.

Aunque las semillas debían proseguir viaje hasta Turquía, donde reside el importador, el gancho perdido iba a ser recuperado por los narcos en el puerto de València, tras lo cual habría sido distribuida, probablemente, en València y Madrid. Sin embargo, la intervención de la Unidad de Análisis de Riesgos (UAR), integrada por Aduanas y la Guardia Civil y dedicada a revisar determinadas mercancías, rutas y empresas, , y de la Policía Nacional logró abortar a tiempo este envío.