El Juzgado de Instrucción número 7 de València investiga la muerte de un niño de 12 años, en un aparente suicidio, para tratar de averiguar si estaba siendo objeto de algún tipo de acoso en su entorno. La muerte del pequeño se produjo en la tarde-noche del lunes, cuando se encontraba solo en el domicilio familiar, en un barrio de la ciudad que Levante-EMV omite para preservar el anonimato del niño.

Según la información a la que ha tenido acceso este diario, el menor, que estudiaba 6º de Primaria en un colegio público de València, se había quedado solo en casa y fue al regresar el padre cuando lo encontró en el suelo de su habitación, sin vida.

El hombre, asustado, gritó pidiendo ayuda y enseguida acudió un vecino. Ambos trataron de reanimarlo y pidieron ayuda al 112. Fueron agentes de la Policía Local los primeros en llegar. Al ver que el niño no respondía, pidieron una ambulancia del SAMU con extrema urgencia. El equipo sanitario sometió al niño durante casi una hora a maniobras de reanimación cardiopulmonar, pero no lograron resucitarlo. Eran casi las nueve de la noche cuando el médico del SAMU certificó el fallecimiento del menor.

A partir de ese momento, acudieron agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que ya había enviado unidades antes al domicilio. Así mismo se personó la comisión judicial, con el juez de Instrucción número 7 de València a la cabeza. Una vez que el forense examinó el cuerpo sin vida del menor, el juez ordenó su traslado al Instituto de Medicina Legal de València (IML), donde ayer se le practicó la autopsia. El informe preliminar ha confirmado el fallecimiento del menor como consecuencia de una asfixia mecánica.

Un equipo de la Policía Científica realizó una minuciosa inspección del dormitorio del niño, donde había elementos que parecen sustentar que se quitó la vida voluntariamente, aunque no se descarta que pudiese haberse tratado de un accidente.

El grupo de Homicidios se ha hecho cargo de la investigación que determinará en qué circunstancias se ha producido la muerte del niño. En principio, los padres no tenían sospechas de que el pequeño pudiera estar siendo víctima de acoso por parte de otros menores, ni de su colegio, ni de otros entornos. La Policía Científica analizará los dispositivos electrónicos a los que pudiera tener acceso el pequeño para tratar de averiguar si sufría algún tipo de situación que hubiera podido empujarle a quitarse la vida.