Alba tiene 25 años. Fue víctima de violencia machista a través de internet a los 15. «Las redes sociales amplificaron la violencia que estaba sufriendo porque tenía miedo a que se viralizara o que todo el mundo conociera lo que estaba pasando». Cuenta que el acoso que padecía online no tardó en trasladarse al mundo físico: «Las amenazas comenzaron en las redes sociales, y es entonces cuando evité ver a mi pareja o salir de casa, incluso me tuve que trasladar a otro barrio», asegura.

El ciberacoso que sufrió Alba hace diez años ya se ha convertido en la forma de violencia más común entre menores, especialmente en la Comunitat Valenciana, donde se interpusieron 367 denuncias por ciberdelitos contra menores, que sufren este tipo de violencia en internet a una edad cada vez más temprana. En términos absolutos, la valenciana es la segunda comunidad autónoma con más denuncias sólo por detrás de Andalucía, según datos del Ministerio de Interior.

Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del informe Violencia viral, que aborda todos los tipos de violencia a través de internet que sufren los menores como el sexting, la sextorsión, el ciberacoso, la violencia online en la pareja o expareja, o el ciberembaucamiento.

En lo que respecta a la Comunitat Valenciana, alrededor del 70 % de las víctimas de violencia online. Y el 80% de los agresores detenidos eran hombres, mayoritariamente de entre 26 y 40 años. Otro dato que destaca el informe es que los menores acceden a la web cada vez a una edad más temprana, lo que produce que este tipo de violencia se produzca por primera vez a los 8 ó 9 años. Según Save the Children, que pone el foco en la violencia entre la pareja o la expareja, se estima que más de 529.000 jóvenes han sufrido cyberbullying.

Por provincias, Valencia es el territorio que más denuncias presenta por ciberdelitos contra niños, con un total de 198, seguida de Alicante con 133 y Castellón con 36. Para Rodrigo Hernández, director de Save The Children en la Comunitat Valenciana, «la violencia sobre niños y niñas a través de internet y las nuevas tecnologías tiene un componente que la hace, si cabe, más dañina y real, porque se puede ejercer las 24 horas al día, todos los días del año. Antes el acoso se terminaba en el momento en el que el niño salía de la escuela, mientras que ahora les puede perseguir en todo momento gracias a esta conexión permanente a internet».

Algunos aspectos del informe inciden en el terreno de la familia. Es el caso del sharenting, una práctica que se ha disparado en los últimos años y que el informe define como «la sobreexposición pública y constante de la vida de hijos e hijas en internet». Esta práctica ocurre cuando se cuelgan fotos o vídeos de menores en las redes sociales y puede desembocar en distintas formas de violencia contra la infancia.

Formación

Uno de los aspectos en los que el informe incide especialmente es el de la formación para padres y madres, profesionales que trabajan con la infancia y a los propios niños y niñas para que hagan un uso seguro de estas tecnologías. Rodrigo Hernández asegura que «igual que enseñamos a nuestros hijos e hijas a ir en bici o patinar para que no se hagan daño, es necesario que aprendan a utilizar internet de forma segura, solo así podremos protegerlos y prevenir cualquier tipo de violencia 'online'», indica el responsable de Save The Children.