«Una piedra al cuello y al fondo del mar con estos hijos de puta y que se coman las algas» o «cámaras de gas en cada cárcel y todos los meses 50 o 60 para dentro, que la deportación nos sale más cara» son solo algunas de las graves manifestaciones que incitan al odio publicadas a través de la cuenta de Facebook del ahora condenado, hoy en día ya cerrada por motivos evidentes.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València ha condenado a esta persona a un año de prisión por un delito contra los derechos fundamentales y libertades públicas después de que el propio acusado reconociera los hechos en el juicio celebrado por conformidad. Las pruebas contra él eran evidentes ya que realizaba las citadas publicaciones, llenas de odio y animadversión hacia personas musulmanas, de origen extranjero, de piel negra o de etnia gitana, desde un perfil de esta red social y con su propio nombre.

Inicialmente la Fiscalía especializada en delitos de odio solicitaba tres años y medio de cárcel para el acusado, pero se ha acreditado que padece un trastorno límite de la personalidad y por ello se le aprecia una circunstancia atenuante de alteración psíquica.

Además de la pena de cárcel, que se le suspende con la condición de que no cometa ningún delito en el plazo de cuatro años, se le impone una multa de 720 euros y la prohibición de utilizar dicha red social durante cinco años. «Me di de baja enseguida que pasó esto», aclaró el acusado.

La sentencia in voce considera probado que entre el 2 de septiembre de 2015 y el 4 de diciembre de 2017 el acusado, «movido por su rechazo hacia las personas que profesan la religión musulmana, los inmigrantes, las personas de piel negra y las de etnia gitana», realizó hasta 50 publicaciones en un perfil de la red social Facebook en las que «promovía la animadversión, el rechazo, la exclusión, la agresión y el enfrentamiento contra las personas musulmanas, así como contra aquellos de origen extranjero, de piel negra y de etnia gitana».

Mensajes contra el Corán y el Islam

En varios de sus ofensivos e incendiarios mensajes atacaba al Corán y al profeta Mahoma, y calificaba de «escoria, asesinos y violadores» a las personas que profesan el Islam. «Moros al mar con piedras al cuello» o «un buen bocata de panceta por el culo» -a sabiendas de que el cerdo es un alimento prohibido y un animal impuro para esta religión- son otras de las manifestaciones que se recogen en sus publicaciones en esta red social.

En otros comentarios a noticias como la trágica muerte de más de 700 personas en una avalancha de peregrinos en la ciudad de La Meca, el ahora condenado manifestaba: «Lástima, tenían que haber sido 7.000.000 de putos moros asquerosos al 'paraíso!!!». O junto a la imagen de un fusil de asalto el comentario: «La única solución contra la invasión».

También tenía especial animadversión contra los refugiados, a los que tilda de «basura» y contra aquellos que les ayudan. Así como contra los manteros senegaleses, a los que llama «primates» y dice que hay que tratar «a tiros, a palos y a hostias como panes».