Un chihuahua de once años de edad llamado Robin murió el viernes pasado como consecuencia de un ataque de una mestiza de American Stanford en València; una raza catalogada como potencialmente peligrosa. Yolanda sacó a Robin a pasear con correa a las 7:30 horas de la mañana cuando "sin mediar palabra el otro animal se le abalanzó sobre él, lo zarandeó y lo mató", explica Javier, propietario del can fallecido. Según figura en la denuncia que presentó el sábado, la American Stanford estaba suelta y llevaba un bozal "aparentemente roto".

"Cuando llegamos al veterinario mi perro ya estaba muerto", lamenta Javier, quien asegura estar muy afectado por lo ocurrido: "era mi hijo de cuatro patas".

Agentes de la Policía Local de València se llevaron a la cruce de American Stanford a Modepran, donde efectivamente sigue, según ha podido confirmar este periódico. Desde la protectora aseguran que el animal no tiene el chip ni tampoco los papeles que requiere al tratarse de una raza tipificada como potencialmente peligrosa.

Las mismas fuentes mantienen que el dueño de la perra "se ha desentendido por completo del animal y que en ningún momento ha querido recuperarla ni ha mostrado interés por conseguir los papeles".

Se trata de una perra joven, de un año y medio de edad, que estará con educadores caninos para que, "cuando esté lista, pueda salir en adopción". En Modepran insisten en que "es una perra cariñosa".

En esta misma línea se manifiesta Amparo Requena, especialista en derecho animal y presidenta de AVADA (Asociación de Abogados para la Defensa Animal), quien recalca "la irresponsabilidad del dueño". Se trata "de un desgraciado accidente que podría haberse evitado y que jamás habría pasado si esta perra hubiera estado en manos de una persona responsable", asegura Requena. La letrada advierte del peligro de "estigmatizar determinadas razas de perro", pues en su opinión "habría que poner el foco en las condiciones en las que vive un animal y en el cuidado que reciben de sus dueños".

De hecho, Javier no culpa de lo sucedido "para nada" a la perra, sino "al dueño que no ha actuado debidamente". "Creo que es importante contar lo que ha pasado para concienciar sobre la importancia de cuidar como toca a los animales", mantiene.

Licencia para perros tipificados como potencialmente peligrosos

Estos animales deben salir a la calle con correa corta, de no más de dos metros, y con bozal. Además, no pueden ir dos juntos con una misma persona, y deben estar registrados. Los dueños necesitan obtener una licencia, sacar un seguro de responsabilidad civil para el animal y la cartilla de vacunación del perro debe estar al día.