La tarea parecía inabarcable, pero la Guardia Civil la concluye, ocho meses después, con la certeza de que ni un solo centímetro de Marta Calvo llegó jamás al vertedero de Dos Aguas. En jornadas de turno doble, interrumpidas solo por temporales de viento y/o agua y algunas -escasas- fiestas, agentes primero de Policía Judicial y Criminalística, y después de la Usecic con supervisión de los especialistas de Judicial, han rastrillado, milímetro a milímetro, casi 20.000 metros cúbicos de basura compactada con tierra. Maquinaria pesada contratada exprofeso por la planta, con operarios destinados en exclusiva a esa labor, extraían las balas de basura para ser destripadas por los guardias civiles.

Cada bolsa, cada envase ha sido abierto e inspeccionado. Ante la más mínima duda, se fotografiaba el objeto, por pequeño que fuese, y se enviaba la imagen al forense asignado el caso. La inmensa mayoría, fueron descartados con esa técnica. Los escasos huesos que han llegado al Instituto de Medicina Legal de València desde aquel 12 de diciembre que comenzaron los trabajos, han acabado con la misma conclusión: «No es humano».