Los cabecillas del 'vuelco (robo de droga entre narcos) con tiroteo junto al cuartel de la Guardia Civil de Alfafar, ocurrido el 1 de octubre de 2019, condenados en diciembre a penas de entre dos y ocho años de cárcel, seguían dirigiendo desde la cárcel la entrada de cocaína a gran escala desde Suramérica y su posterior distribución en la C. Valenciana y otros puntos del país.

Así lo afirma la Guardia Civil, que ha informado hoy de que uno de esos narcos, actualmente en la prisión de Picassent, donde cumple condena por el tiroteo de Alfafar, forma parte de los 18 detenidos y tres investigados por su pertenencia a una organización internacional a la que han intervenido casi una tonelada y media de cocaína camuflada en escamas de plástico.

En este sentido, la Guardia Civil ha informado de la desarticulación en València, Alicante y Murcia de una red internacional de narcotráfico, tal como ha publicado hoy Levante-EMV, que importaba cocaína de Suramérica oculta en escamas de PET, un plástico usado para la fabricación de envases de bebida y textiles. La bautizada como Operación Picass 21, realizada en colaboración con la DEA de Estados Unidos y la Policía Nacional de Colombia y de Ecuador, se ha saldado con la incautación de 1.461 kilos de cocaína oculta entre escamas de plástico y la detención de 18 personas, a las que se suman otras tres más investigadas.

Los acusados del 'vuelco' a tiros en Alfafar, durante el juicio celebrado en diciembre de 2021. Ignacio Cabanes

La operación policial se inició en abril del pasado año 2021 tras detectar un posible envío de droga desde Suramérica a España. Los cabecillas de la organización, de origen ecuatoriano y colombiano, se encontraban ya ingresados en prisión tras ser detenidos y acusados de narcotráfico, detención ilegal y uso de armas de fuego en 2019 por el 'vuelco' de Alfafar, por el que la Fiscalía solicitaba inicialmente penas de entre 8 y 12 años de cárcel, y otro más cometido en Petrer, en diciembre de 2018 .

Los investigadores averiguaron que los cabecillas, condenados en diciembre pasado a penas de entre dos y ocho años de cárcel, usaban teléfonos móviles para dar desde la prisión -uno de ellos está ingresado en la cárcel de Picassent y el otro en la de Villena- para impartir las instrucciones a sus colaboradores de confianza en la C. Valenciana, Murcia, Colombia y Ecuador. Así, desde la cárcel coordinaban desde el transporte de cocaína a gran escala y el procesado de la misma en España, hasta su transporte en vehículos 'caleteados' y su venta al menudeo.

Detención en Cali del sospechoso que estaba reclamado por un juzgado de Torrevieja. Guardia Civil

Durante la investigación se averiguó que la organización había enviado desde Ecuador un contenedor en un barco que podría contener cocaína oculta entre mercancía legal, por lo que se estableció un dispositivo de vigilancia para controlar dicho envío desde su origen en un puerto ecuatoriano.

El contenedor llegó al puerto de Algeciras el pasado mes de octubre y contenía 22.000 kilos de escamas multicolor de PET (tereflalato de polietileno), distribuidos en 906 sacos de 25 kilogramos cada uno. El análisis de la mercancía desveló que 87 sacos contenían unas partículas de color rojo y verde, mezcladas con las escamas de PET, no resultando sencilla su diferenciación a simple vista pero que, tras ser sometidas a un test especializado, ofrecían resultado positivo en cocaína.

Cocaína alterada para no dar positivo con los reactivos

Además de la dificultad de la detección de la sustancia por el pequeño tamaño de las partículas, la cocaína había sido sometida en origen a un proceso químico que provocaba que no reaccionara al análisis de determinados test rápidos y que tampoco fuera detectada por los canes especializados en la detección de estupefacientes.

En esta primera fase de explotación, se retiró la carga ilegal se estableció un operativo policial para la entrega controlada del contenedor inspeccionado en una pedanía de la localidad murciana de Jumilla, donde se procedió a la detención de seis hombres que se disponían a almacenar la mercancía en una nave. Dentro del recinto encontraron 363 sacos similares que también contenían escamas de PET, así como documentación relativa a su importación, lo que afianzó las sospechas de los agentes de que no era el primer transporte de droga que realizaban utilizando el mismo sistema.

Tras estos arrestos se practicaron más detenciones y cuatro entradas y registros en las provincias de Murcia y Alicante, localizándose en un garaje y en un piso en el centro de Alicante sendos laboratorios para el procesado, corte y envasado de la cocaína.

Trajeron un 'químico' de Colombia

La organización había desplazado desde Colombia a España a una persona con específicos conocimientos químicos, quien se encargaría de realizar el complejo proceso de transformación de las partículas de cocaína en bloques compactos, para darle así la apariencia inicial a las sustancias, con el fin de introducirlas en el mercado.

Uno de los principales investigados, de origen colombiano, trató de huir regresando a su país, siendo detenido por agentes de la Guardia Civil del aeropuerto Madrid-Barajas, cuando se disponía a embarcar en un avión.

Agentes con sacos de escamas de plástico donde estaba la cocaína camuflada. Guardia Civil

Días más tarde se realizó una nueva fase de explotación, en la que participaron efectivos de todas las unidades de la Guardia Civil implicadas en la investigación y agentes desplazados a tal efecto de la DEA de Estados Unidos y la Policía Nacional de Ecuador.

En dicha fase se llevó a cabo la detención de cinco personas, entre las que figuran las dos que ya se encontraban en prisión, así como la investigación de otras tres, todas ellas en las provincias de València, Alicante y Murcia, por su relación, en distintos grados de implicación, con los supuestos delitos de organización criminal y tráfico de drogas.

Finalmente, el pasado día 27 de enero, agentes de la DIRAN (Dirección de Antinarcóticos) de la Policía Nacional de Colombia, con el apoyo de efectivos de la Guardia Civil desplazados a dicho país, de DEA, y de Interpol, procedieron a la detención de uno de los investigados en Cali, sobre quien pesaba una orden internacional de detención y extradición, emitida por el juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja.

Uno de los presuntos narcos fue apresado en Cali y el otro en el aeropuerto de Barajas, cuando iba a huir a Colombia

De manera global, la operación se ha saldado con la aprehensión de 1.461 kilogramos de sustancia positiva en cocaína, 74 gramos de cocaína ya procesada, decenas de botes y barriles de sustancias susceptibles de ser empleadas para el corte de cocaína, dos básculas de precisión, una prensa hidráulica, más de 5.000 euros en metálico y un vehículo equipado con un habitáculo oculto habilitado para el transporte de droga, la llamada 'caleta' en jerga delincuencial, sumando a todo lo anterior, los dos laboratorios de cocaína desmantelados, así como la total desarticulación de la organización investigada desde su origen.