Agentes de la Policía Nacional han detenido esta tarde al menor de 17 años que se coló en un coche patrulla de la Policía Local de Burjassot, se hizo un selfie y acabó arrancando y estampando el vehículo contra una furgoneta particular, tal como adelantó ayer Levante-EMV. El adolescente está acusado de un delito contra la seguridad vial y otro de conducción sin permiso.

Además, la Policía Local lo propondrá para sanción en aplicación de la ley de Seguridad Ciudadana por infracción de dos artículos de esa norma: el 37.4, por una "falta de respeto y consideración” hacia las fuerzas de seguridad en el ejercicio de sus funciones, y el 37.13, por "daños o deslucimiento de bienes muebles o inmuebles de uso o servicio público!, En ambos casos, la sanción oscila entre 100 y 600 euros.

La detención se ha producido esta tarde, hace apenas una hora, cuando agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Burjassot lo han interceptado en la calle Isaac Peral de Burjassot cuando iba a entrar al domicilio de su novia. El arrestado, que tiene numerosos antecedentes por delitos de todo tipo, entre ellos algún robo con violenci e intimidación, se mostró muy arrepentido por lo sucedido e incluso rompió a llorar.

Según las fuentes consultadas por este periódico, el chico, que reside en València, llevaba un par de semanas fugado de un centro de menores de la provincia de València, donde estaba cumpliendo una medida reeducadora.

Tal como publicó este diario, el adolescente se metió en el coche patrulla al ver que tenía la ventanilla del conductor bajada y que no estaba cerrado, y una vez dentro, decidió hacerse varios selfis, tras lo cual salió del vehículo presumiendo de su 'hazaña'. Al verse jaleado por varias personas que había cerca, especialmente por un vecino de Burjassot que grabó buena parte de la escena con su móvil, el joven se envalentonó y, siguiendo instrucciones del que inmortalizaba el momento, volvió a entrar al coche patrulla para ponerlo en marcha y moverlo.

Falta de control del vehículo

Así, una vez dentro, el menor giró la llave pero no escuchó el ruido del motor, ya que se trata de un vehículo híbrido, así que pisó el acelerador instintivamente lo que hizo saltar el vehículo policial bruscamente hacia adelante, colisionando levemente contra una furgoneta aparcada ante él. El joven se puso tan nervioso intentando apagarlo que acabó accionando los intermitentes y hasta los limpiaparabrisas. Tras salir del coche envalentonado, se fue del lugar.

El agente de la Policía Local de Burjassot que conducía el coche patrulla lo había dejado un momento antes con las llaves puestas, al salir precipitadamente para acudir a una alerta de pelea con heridos en las inmediaciones. Solventada esta, regresó con su compañero al coche patrulla, ajenos al incidente, que solo fue conocido una vez que el vecino de Burjassot que lo grabó lo subió a las redes sociales, lo que hizo que corriese como la pólvora hasta convertirse en viral en apenas unas horas.