«Estamos conmocionados porque esta es una zona residencial muy tranquila donde nunca pasa nada», señalaba un vecino de la calle donde residía José con sus progenitores. «Nos hemos enterado de lo ocurrido por la presencia de la Guardia Civil y la policía pero la verdad es que no hemos oído nada más», apuntaba esta fuente. «Mis padres -relataba Rafael Martínez, otro vecino- me han comentado que han sido sus tíos quienes descubrieron el cadáver», relataba. Personalmente, apenas tenía mucha relación con el finado ni con los parientes.

Mientras, el propietario que vive puerta con puerta con la familia del fallecido comentó a Levante-EMV que su esposa habló con la tía de José el sábado a mediodía. «La oyó llorar y se pasó a ver si necesitaba algo. Le preguntó que qué le pasaba y ella le contó que había encontrado muerto a su sobrino». Este vecino define a esta familia como unas personas «cordiales y tranquilas». Llevaban una vida normal por eso el hombre se mostraba muy extrañado: «No sé qué puede haber pasado para que haya acabado así». José era un hombre educado y correcto, recordaba.

Este hombre dice que estuvo despierto el viernes por la noche hasta tarde y que no escuchó ruidos ni nada extraño. Sin embargo, el asesinato, tal como se ha dicho, pudo ocurrir el jueves. Ayer dos investigadores de la Guardia Civil recogieron más pruebas en el escenario del crimen y el chalet quedó precintado.