El ‘sintecho’ acusado de matar al dueño de un bar en el valenciano barrio de Tendetes y que fue detenido el sábado por la tarde en el Pla de Saidïa, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV el sábado en su edición digital, ha alegado en el interrogatorio llevado a cabo ante su abogado del turno de oficio que asesinó a Feng Wang, de 47 años, en venganza porque no le dejaba entrar en el local desde hacía días porque, al parecer, se mostraba conflictivo.

Así trató de justificar el asesinato, que había planificado hasta el punto de que estuvo esperando a su víctima en la esquina de enfrente y fue corriendo hacia él cuando lo vio llegar y agacharse para abrir la persiana del establecimiento, como hacía cada día a la misma hora, las siete en punto de la mañana.

El arrestado, Jorge P. R., de 55 años de edad y natural de Elx, también admitió ante los agentes del grupo de Homicidios y su defensa letrada que había comprado el arma homicida, un cuchillo cebollero de mango metálico y de 18 centímetros de hoja, en unos grandes almacenes próximos al parque del Profesor Antonio Llombart, donde solía pernoctar.Así mismo, admitió que adquirió el cuchillo con la idea de utilizarlo contra su víctima.

El cuchillo, en su funda original

De hecho, ni siquiera había llegado a sacarlo de su funda original, que quedó tendida junto al cuerpo de Feng Wang después de que lo atacara y le causara dos heridas muy graves, una en la parte superior del costado izquierdo, que le alcanzó al corazón y al pulmón, y otra en el abdomen, que le provocó una evisceración parcial. Además, la víctima presentaba numerosas heridas lacerantes en ambas manos y antebrazos, señal de que trató de defenderse escudándose con los brazos para impedir el ataque.

Nada más cometer el asesinato, a la puerta del bar La Rotonda, ubicado a la altura del número 9 de la calle Joaquín Ballester, Jorge P. R. se fue andando con el paso apretado hacia el parque donde tenía sus pertenencias. Por el camino, se desprendió de la gabardina de color beige que vestía durante el ataque y que describieron todos los testigos. De hecho, agentes de la Policía Nacional encontraron la prenda tirada en la calle, por lo que la recogieron para enviarla al laboratorio de ADN de la Policía Científica, con el fin de rastrearla en busca de restos biológicos, tanto sangre como ADN, de Feng Wang.

Lavó el cuchillo en una fuente

El cuchillo, tal como adelantó el sábado este diario, fue recuperado por agentes del grupo de Homicidios en un seto de la calle Gregorio Gea, después de que les llevara hasta el arma el propio detenido, quien ha confesado que lo había limpiado en una fuente pública tras acuchillar a su víctima.

El detenido, que fue atrapado en el Pla de Saidïa tras ser reconocido por los investigadores cuando lo buscaban por las inmediaciones de los lugares por los que solía moverse, permanece en los calabozos del complejo policial de Zapadores, y está previsto que hoy sea puesto a disposición del juez de Instrucción número 18 de València, que lleva el caso desde el pasado viernes, cuando estaba en funciones de guardia.

La familia de Feng Wang, que deja mujer y una hija adolescente, ya ha recibido el permiso para hacerse cargo de su cuerpo, gracias a que los forenses concluyeron la autopsia el mismo sábado. 

El estudio preliminar de los médicos ha confirmado que ambas heridas fueron letales y que le provocaron una hemorragia a la que no pudo sobrevivir pese a los esfuerzos del equipo del SAMU, que logró estabilizar sus constantes tras un intenso trabajo de reanimación que se prolongó por espacio de más de una hora. 

Sin embargo, la gravedad de las lesiones hizo que falleciera apenas unos minutos después de que la ambulancia de soporte vital avanzado de Sanidad lo trasladara al Hospital La Fe.