El autor del crimen de Conde Altea se sienta en el banquillo

El próximo lunes comenzará el juicio con jurado popular de Alberto L. H. el abogado de 37 años que asesinó a su novia Cristina B. M. en un ático de la céntrica calle Conde Altea de València y que, tratando de escapar acabó precipitándose por el patio interior de la finca.

El Ministerio Fiscal solicita para el acusado la máxima pena por asesinato, 25 años de cárcel. Sin embargo, la defensa pide para él 10 años de condena puesto que pide la aplicación de dos atenuantes, el de obcecación y confesión.

Este terrible crimen machista tuvo lugar en la madrugada del 3 de diciembre de 2021 en el ático de la calle Conde Altea número 33. El supuesto asesino acabó con la vida de la mujer con la que llevaba apenas tres meses de relación de una forma salvaje y cruel. Para ello utilizó una piedra de una maceta de la vivienda con la que golpeó la cabeza y cara de la víctima; tres cuchillos y unas tijeras con los que le asestó 30 puñaladas y el cinturón de un batín de hombre que utilizó para asfixiar a la mujer y asegurarse de que le producía la muerte.

Momentos después, Alberto L. H. intentó huir de la vivienda deslizándose por el patio interior de la finca. Sin embargo terminó cayendo desde una altura de unos cinco metros yendo a parar al tejado de uralita de un pequeño almacén, propiedad del restaurante italiano que está en la planta baja del edificio colindante.

No fue hasta unas horas después, a las 9.00 horas cuando el cocinero del establecimiento lo encontró allí cuando se disponía a abrir el local. El abogado excusó su presencia diciendo que se había colado para robar por lo que el empleado llamó a la policía. Debido a las heridas que presentaba, el acusado fue derivado al hospital Doctor Peset para ser tratado por los sanitarios, pero en ningún momento hizo mención a que en el séptimo piso del edificio se encontraba el cadáver de la que el abogado llegó a definir como «la mujer de mi vida». De hecho, durante su ingreso en el centro sanitario llegó a decir que en realidad no intentaba robar sino que su caída se debió a un intento de suicidio.

No fue hasta el día siguiente, 4 de diciembre, cuando se halló el cuerpo de la joven después de que la madre y hermana de Cristina, alertadas por la falta de noticias, presentaran una denuncia en la Policía Nacional y geolocalizaran el teléfono móvil de la joven en el ático de Conde Altea, residencia habitual del encausado.

Las dos mujeres acompañadas del padre y el hermano del presunto asesino machista entraron en la vivienda y allí descubrieron el sangriento escenario. En ese momento se dio la voz de alarma a la policía, se percataron de lo que había sucedido y procedieron a la detención del abogado, quien finalmente llegó a confesar el crimen.

Desde entonces Alberto L. H. permanece en la cárcel de Picassent de donde saldrá este lunes para enfrentarse a un jurado popular.