Un delincuente se cuela en el cuartel de Casinos y le prende fuego al coche de un guardia

Los agentes sospechan que se trata de un hombre detenido días antes por atentado y que amenazó con hacerles daño a ellos y a sus familias

La rápida intervención del dueño y otro guardia evitó que se quemara

El cuartel de la Guardia Civil de Casinos, en cuyo párking trasero se coló el agresor.

El cuartel de la Guardia Civil de Casinos, en cuyo párking trasero se coló el agresor. / Levante-EMV

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

La Guardia Civil está buscando a un hombre que se coló el pasado domingo en el aparcamiento al aire libre del cuartel de Casinos y prendió fuego al coche de un guardia civil tras saltar la valla perimetral del recinto. Por fortuna, tanto el dueño del vehículo particular como otro agente del mismo puesto se dieron cuenta a tiempo y sofocaron el incendio antes de que las llamas envolvieran el coche, evitando así una situación dramática y peligrosa.

Se trata de un incidente especialmente grave, no solo por el miedo y la indignación que ha infundido en las familias de los guardias destinados en ese puesto, sino también por el agujero de seguridad que supone para un lugar de alta sensibilidad como es una dependencia policial.

De momento no hay detenidos, aunque todas las sospechas se dirigen hacia un vecino del pueblo, un delincuente con numerosos antecedentes arrestado días atrás por el guardia civil dueño del coche atacado y otro agente que, estando de patrulla, tuvieron que ir a un domicilio a requerimiento de los vecinos por el escándalo que estaban montando sus moradores durante una fiesta familiar.

Atentado contra los guardias

Esa intervención se complicó por la violencia con que recibieron a los agentes, a uno de los cuales llegaron a empujar y tirar al suelo mientras que al otro le lanzaron un vaso lleno de alcohol. Así, una de las personas que estaba en el domicilio acabó detenida por un delito de atentado, tras verse los guardias obligados a hacer uso de las defensas extensibles.

El principal sospechoso, sin embargo, huyó en su vehículo antes de que llegaran los refuerzos solicitados por la patrulla inicial y acabó entregándose en Barcelona, aunque la jueza de guardia lo dejó en libertad y a disposición de los juzgados de Llíria pese a que había lanzado amenazas graves contra los dos guardias y sus familias, concretamente, contra sus hijos.

Quedó en libertad pese a las amenazas graves

Dos días después, el domingo sobre las 19.30 horas, uno de esos agentes, que estaba en su domicilio, y otro guardia que estaba de servicio, vieron a un sospechoso con una garrafa detrás del coche particular del primero, estacionado en el aparcamiento privado del cuartel, un recinto perimetrado con una valla galvanizada y accesible solo desde el interior de las dependencias policiales. 

Enseguida vieron una columna de humo y las primeras llamas, así que ambos salieron corriendo hacia ese punto. Entre tanto, el presunto agresor, que llevaba en la mano una garrafa de 5 litros de las que se comercializan con agua mineral, saltó la valla y huyó a toda velocidad. Los agentes comprobaron que había rociado toda la parte trasera del coche y parte del asfalto, pero la rápida intervención de ambos evitó que el incendio prosperase y causase mayores daños en el automóvil. 

La prioridad ahora es detener al principal sospechoso, y poner las medidas para aumentar la seguridad del acuartelamiento.