Solo seis meses de cárcel por matar a un peatón en 'Casitas Rosas' cuando huía de la policía drogado

Un joven de 18 años que circulaba bajo los efectos de la cocaína y la marihuana acabó con la vida de Manuel Santiago, un vecino de las ‘Casitas Rosas’ de 53 años que se encontraba sentado en un bordillo de la calle San Juan de Dios de València, tras saltarse un semáforo en rojo y conducir de forma temeraria cuando huía de la policía, que le había dado el alto por estar usando el teléfono móvil al volante. El autor de este atropello mortal, ocurrido el 14 de octubre de 2019, aceptó este lunes una pena mínima de apenas seis meses de prisión, por la que ni siquiera deberá ingresar en el centro penitenciario –donde ya cumplió cuatro meses en preventivos– al suspenderle la condena con la única condición de que no delinca en los próximos tres años.

El Ministerio Fiscal solicitaba inicialmente una pena de tres años de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia grave, dos de lesiones también por imprudencia y otro de conducción bajo la influencia de estupefacientes. No obstante, tras el acuerdo alcanzado por la letrada Seda Saghatelyan, se le ha reducido la pena a solo seis meses de prisión y la prohibición de conducir vehículos a motor durante un plazo de cuatro años, al calificar los hechos de delito leve de imprudencia menos grave en concurso ideal con la conducción tras consumir drogas.

También se le condena por otros dos delitos leves de lesiones, también por imprudencia menos grave, ya que causó heridas a otro peatón de 56 años, que sufrió un traumatismo craneal, y a un policía que iba en el vehículo patrulla contra el que chocó justo antes de perder el control de su vehículo.

Mohamed B. A., que ahora tiene 23 años, reconoce que a las 12.30 horas del 14 de octubre de 2019 conducía su vehículo, BMW 320, por la avenida de la Malva-rosa de València después de haber consumido cocaína y cannabis. Según los hechos declarados probados, el consumo de estas sustancias estupefacientes le producía una disminución de sus facultades psicofísicas, con el riesgo que ello suponía para otros usuarios de la vía.