Una peregrina acusa a un masajista de Caldas de abuso sexual: el agresor tuvo un juicio similar en enero

Fiscalía da "verosimilitud" a la denuncia de la supuesta víctima que asegura que temió que "los tocamientos derivasen en algo más"

La peregrina, de nacionalidad hondureña, denunció los abusos sufridos a manos de un quiromasajista de Caldas de Reis

La peregrina, de nacionalidad hondureña, denunció los abusos sufridos a manos de un quiromasajista de Caldas de Reis / ELISEO TRIGO (EFE)

EP

La peregrina hondureña que ha llevado a juicio a un masajista de Caldas de Reis (Pontevedra) por un delito de abuso sexual ha reconocido en la vista celebrada este martes que temió que los tocamientos a los que fue sometida durante una sesión derivasen en "algo más".

El Juzgado de lo Penal número 1 de Pontevedra ha dejado visto para sentencia el juicio contra este quiromasajista de Caldas de Reis, que se enfrenta a dos años de prisión por abusos sexuales como pide Fiscalía, que da "verosimilitud" a la versión de la denunciante y recuerda que el acusado tuvo que responder en los juzgados el pasado mes de enero a otra denuncia por hechos similares.

Según ha relatado la denunciante durante la vista oral, cuando estaba haciendo el Camino de Santiago había solicitado los servicios de este masajista para aliviar las molestias que sentía en las piernas y la espalda.

Al principio "nada fuera de lo normal"

Cuando acudió a la clínica de este quiromasajista, se desvistió quedándose únicamente con las bragas puestas. Al principio, según ha relatado la mujer, "no había nada fuera de lo normal" pero luego él le introdujo el dedo pulgar en la boca esgrimiendo unos supuestos problemas en la mandíbula y "de ahí" empezó a realizarle tocamientos en los pechos.

La mujer ha explicado que comenzó a "pensar que era algo muy raro" y ha señalado que "estaba muy nerviosa" y que "tenía temor a que pasara algo más". Entonces, el masajista le "metió las manos por debajo de calzón" y le pidió que también se bajara las bragas, a lo que ella se negó. En ese punto, el hombre dio por concluida la sesión y, mientras ella se estaba vistiendo, le comentó que "tenía unos pechos muy bonitos".

Al salir de la clínica, la mujer se dirigió a otros peregrinos que estaban en la zona para hacer creer a este hombre que estaba acompañada y evitar que la siguiera. Luego, contó a otras peregrinas lo que le había sucedido y éstas le recomendaron que acudiese a la Guardia Civil.

Al día siguiente, cuando retomaba su peregrinación se topó con una patrulla de la Benemérita, que, curiosamente, participaba en un dispositivo de localización de otra persona por una denuncia de agresión sexual. Esta peregrina aprovechó para relatar a los agentes lo que le había ocurrido el día anterior y luego acudió a las dependencias del Instituto Armado a formalizar la denuncia.

Ese día al llegar a Padrón, en el hostal donde se alojaba contó también lo sucedido a los responsables del establecimiento y a otros huéspedes cuando empezaron a preguntarle por lo que le pasaba al verla "temblando y llorando", tal y como reseñaron hoy los testigos. Los dueños del hostal identificaron al masajista porque "ya había rumores de que tenía la mano muy larga".

El acusado niega la autoría

Por su parte, el acusado ha negado la autoría de los hechos y trató de descalificar a la denunciante por su "gran capacidad teatral para fingir y ponerse en esa situación pareciendo creíble". También ha indicado que se sentía "totalmente indefenso" y que se plantea dejar su trabajo. "Estoy a merced de lo que pueda decir cualquier persona", ha apostillado.

Además ha declarado que "es la primera vez" que se enfrenta "a un problema así", lo que ha sido rebatido por el fiscal, que ha desvelado que el pasado 22 de enero tuvo otro juicio en Caldas de Reis "por una denuncia similar".

La Fiscalía encuentra "creíble y verosímil" la declaración de la denunciante por los detalles que aporta en todo su relato y que ve "corroborados por otras fuentes de prueba".

Por su parte, la abogada de la acusación particular eleva a 4 años su petición de condena y señala como "plenamente acreditada" la versión de la víctima por su "narración impecable" que ofrece un "testimonio coherente y sin contradicciones" por lo que no le cabe "ninguna duda" sobre el hecho de que el acusado "sobrepasó su función profesional".

El letrado de la defensa pide la libre absolución de su patrocinado al esgrimir que en el testimonio de la mujer "existen contradicciones y son importantes" y sostiene que si se condena a su cliente "su vida estará sentenciada", ya que "aparecerá en un registro donde dice que es un delincuente sexual".

Además de la pena de dos años de prisión la Fiscalía también pide la inhabilitación especial durante cinco años como condenado por un delito sexual.