Desarticulado un taller textil clandestino en Valencia

Los trabajadores habitaban en condiciones insalubres en estancias de la nave y hacían largass jornadas a cambio de 600 euros mensuales

Un taller clandestino desarticulado, en una imagen de archivo

Un taller clandestino desarticulado, en una imagen de archivo / Levante-EMV

Europa Press

Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Valencia, han desarticulado en Aldaia un taller de costura clandestino, que mostraba apariencia de "abandonado", y donde supuestamente se empleaba a trabajadores extranjeros de forma irregular y a los que se explotaba con largas jornadas laborales a cambio de salarios que rondaban los 600 euros al mes.

Los policías han detenido a los dos propietarios del taller, un matrimonio de entre 45 y 47 años, como presuntos autores de los hechos. Los trabajadores habitaban en condiciones insalubres, distribuidos en varias estancias de la nave adaptadas "a modo de dormitorios". Las labores de investigación se iniciaron en septiembre del pasado año cuando los agentes de la Brigada Local de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Policía Nacional de Xirivella-Aldaia-Alaquás procedieron a la inspección de una nave industrial situada en la localidad de Aldaia, en colaboración con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Valencia, al objeto de detectar la posible existencia de trabajadores en situación irregular.

Clandestino

Una vez accedieron al interior, se descubrió un taller clandestino dedicado a la confección textil, donde identificaron a 14 trabajadores de origen latinoamericano, todos ellos en situación irregular, sin contratos de trabajo ni el alta en la Seguridad Social, según ha informado la Policía en un comunicado.

Las instalaciones estaban situadas en una nave industrial de grandes dimensiones, que mostraba una apariencia exterior propia de un "lugar abandonado", con el fin de ocultar la verdadera actividad que allí se desarrollaba. Allí se disponían 32 puestos de trabajo distribuidos en dos grandes salas, que se encontraban adaptadas a modo de dormitorios donde los trabajadores habitaban en condiciones "insalubres" y "sin suministro eléctrico durante la noche".

Algunos de los trabajadores identificados manifestaron que realizaban largas jornadas laborales a cambio de salarios que rondaban los 600 euros al mes, que se veían obligados a aceptar por su situación de irregularidad en España.

Redes sociales

Asimismo, los investigadores averiguaron que los dueños del taller supuestamente captaban a los trabajadores irregulares a través de redes sociales y mediante anuncios en páginas web. Ante tales hechos, el operativo se saldó con la detención de los propietarios, un varón y su mujer, ambos de nacionalidad boliviana, como presuntos autores de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral y contra los derechos de los trabajadores.

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