La ilicitana Carolina Pascual Villalobos (1974) se convirtió el pasado día 9 en la primera mujer elegida decana en un colegio de ingenieros de telecomunicación. Ya era vicedecana en el organismo que agrupa a este colectivo en la Comunitat Valenciana. Licenciada por la Universidad Politécnica de València, es coordinadora de proyectos tecnológicos de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante y profesora del mismo centro.
P Su antecesor solo ha cumplido dos de los cuatro años de mandato. Usted ha sido elegida por los dos restantes. ¿Es poco tiempo o tiene usted aspiraciones de prolongarlo?
R Tengo el tiempo que tengo. En realidad, es un poco más de la mitad, porque Sergio Goterris, mi antecesor, no llegó a cumplir los dos años. No me planteo decir si es mucho o poco. Voy a empezar a hacer cosas y a ver adónde llego.
P ¿Qúe va a hacer?
R Es importante que se visibilice al colectivo en la sociedad. Estamos en un momento de una revolución tecnológica histórica y el principal responsable de impulsarla es el ingeniero de telecomunicaciones. Eso se tiene que percibir.
P Es usted la primera decana del colegio. ¿Qué tal va la igualdad de género entre los ingenieros de telecomunicaciones?
R No hay igualdad en cuanto a porcentajes. En octubre de 2017, salió un informe del colegio y hay un 82 % de hombres y un 18 % de mujeres en el colectivo. Somos poquitas. En general, las ingenierías y lo relacionado con las tecnologías y las telecomunicaciones han sido un campo típicamente masculino. Es, en cierto modo, una contradicción, porque académicamente está demostrado que la mujer estudia más en número en las universidades y saca mejores notas, pero a la hora de representación en las titulaciones de ingeniería y tecnologías de la información y la comunicación (TIC) el porcentaje baja mucho. Hay pocas vocaciones femeninas en el sector TIC. No sé por qué, pero la mujer no se siente atraída por esta disciplina. Desde las universidades estamos intentando captar el talento femenino en estas disciplinas y también las vocaciones. Se hacen charlas en los institutos, pero se ha detectado que cuando vamos ya tienen tomada una decisión. Así que hay que ir antes a los colegios.
P Aconsejar a un joven que se matricule en la universidad en su carrera parece una sabia decisión a la hora de encontrar trabajo en el futuro y bien remunerado. ¿Está acorde esa impresión con la realidad del sector?
R Es cierto. Apenas tenemos tasa de paro en el sector. Está en torno al 4 % y en ella se incluyen prejubilados que están buscando otro trabajo. También está bien remunerado, aunque hay un rango amplio. Se ha detectado que, cuando los sueldos están en un rango no especialmente alto, son equiparables los que cobran hombres y mujeres. Sin embargo, en los rangos más altos cobran más los hombres que las mujeres.
P ¿Por qué?
R No sabemos por qué esa brecha, al margen de que hay menos directivas. El ingeniero, de media, cobra brutos 54.000 euros al año y las mujeres, 42.000.
P Un informe del IVIE presentado este lunes concluye que la inversión que hacen las empresas valencianas en activos como el software está 16 puntos por debajo de la media española. ¿Cómo se le queda el cuerpo?
R La cuestión es si todas las empresas necesitan la misma inversión en todos los ámbitos. Habría que evaluar caso por caso. ¿Afecta a los resultados de la compañía esa carencia? Habría que verlo, más allá de la constatación de que la Comunitat Valenciana está retrasada en esas inversiones respecto de España.
P Dígame tres ámbitos de la vida cotidiana en los que la tecnología nos cambiará la vida en la próxima década.
R Más que en tres ámbitos, le puedo detallar una escena de lo que puedo intuir que va a ocurrir. Va a haber una gran revolución tecnológica con lo que llaman el internet de las cosas, en la que prácticamente todos los dispositivos con los que interactuamos a lo largo del día van a tener una conexión a internet. Esta va a hacer que todos los entornos en los que nos movemos cambien y la forma de interactuar con ellos, también. Vamos a tener en casa todos los aparatos conectados a internet, con lo que podremos interactuar con ellos a distancia. Las ciudades se convertirán en inteligentes, con coches autónomos, sin semáforos. En la industria, la denominada 4.0, habrá cadenas de producción automatizadas y con conectividad. En sanidad, con el big data, se va a poder permitir interactuar con un médico a distancia. Múltiples escenarios cotidianos de nuestra vida van a cambiar. Todo ello sustentado por unas redes de comunicación que van a hacer sostenible este cambio.
P Los ingenieros están especializados en redes y señales para telefonía, internet, radio o televisión. ¿Estamos excesivamente conectados?
R Depende del uso que se dé de ello. La tecnología es buena porque nos permite hacer cosas que antes no podíamos ni imaginar. Sin embargo, tenemos la responsabilidad de utilizarla de forma adecuada.
P ¿Cuál sería un mal uso?
R A bote pronto, se me ocurre, como ejemplo, estar permanentemente conectado al móvil y aislarte socialmente. Sin embargo, es estupendo contestar un correo o un mensaje en cualquier lugar del mundo.
P ¿Dónde queda el ser humano en ese futuro?
R Es el artífice y actor principal de esa transformación digital. Es para su uso y disfrute. No va a perder sus valores. La clave es hacer un buen uso y que la tecnología nos facilite el trabajo y la vida cotidiana.
P ¿Y el empleo?
R Para los ingenieros es una oportunidad muy grande. No me cabe duda de que hay un cambio y habrá profesiones que se transformarán o desaparecerán. No lo veo como algo negativo. Cuando se estableció la cadena de montaje en la industria desaparecieron puestos de trabajo porque había máquinas que hacían eso. Se produjo una mejora general, aunque hubo gente que tuvo que adaptarse a los cambios y reciclarse. Creo que va a traer nuevas oportunidades de trabajo y nuevos profesionales.
P ¿Cuáles?
R Aparecerán puestos de trabajo que ahora ni siquiera existen en todos los ámbitos de la vida cotidiana y de la economía. La revolución tecnológica no solo afecta a las TIC, sino a todas las actividades económicas. Lo que deben hacer esos sectores es beneficiarse de las oportunidades que le brindan las nuevas tecnologías.
