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La concialiciación abre una brecha entre las trabajadoras

Solo las empleadas con contrato permanente han podido acogerse a la reducción de jornada introducida por esta ley desde 1999

Pese al avance que se ha producido en los últimos tiempos para reducir la brecha laboral entre hombres y mujeres, estas últimas siguen siendo las principales protagonistas en el cuidado de los hijos, lo que parece indicar que los usos sociales son más poderosos que las leyes. Los datos son concluyentes. El porcentaje de mujeres que trabajan a tiempo parcial se dobla entre el primer y segundo año tras el nacimiento del primer hijo, pasando del 15,7 %, un año antes del nacimiento, al 31,3 % dos años después. Por el contrario, el porcentaje de hombres que trabajan a tiempo parcial se mantiene constante, alrededor del 4,8 %. Se trata de unos datos provenientes de la Muestra Continua de Vidas Laborales, que cubre los años 2005 a 2015 y fue realizada a individuos de entre 16 y 45 años. Los resultados de la misma sustentan el informe «La brecha de género en España y el contrato de reducción de jornada por cuidado de menores» elaborado por Daniel Fernández, del IE Business School, para la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

En efecto, el estudio analiza las consecuencias de la aplicación de la ley de Conciliación de la Vida Familiar y Laboral de 1999, que concedió a los trabajadores que se acogieran a este tipo de contrato un elevado nivel de flexibilidad horaria y de protección frente al despido. A pesar de este nivel de protección y de que la legislación otorga los mismos derechos a hombres que a mujeres, «solo ellas se han acogido a este tipo de contrato, representando más del 95 % de todos los casos». El autor concluye que «la ley, por lo tanto, ha fracasado en el objetivo de reducir la brecha que existe entre hombres y mujeres en la adopción de jornadas reducidas y flexibles para conciliar vida laboral y familiar». Otra de las negativas conclusiones del estudio es que únicamente las mujeres «con un contrato permanente han podido acogerse a la reducción de jornada prevista en la ley», de tal forma que dicho texto legal «ha abierto una nueva brecha entre mujeres protegidas por este contrato y las que no lo están, ya sea por no tener hijos menores de 12 años o por estar empleadas con un contrato temporal».

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