Sostenible es uno de los términos que más utiliza Juan Pablo Mateo, director general de Fovasa, una de las empresas del grupo Gimeno Servicios, especializadas en la gestión del agua y del medio ambiente, pero también en sectores como la construcción o el turismo. Tecnología e innovación también aparecen en su discurso, en el que Mateo habla de la importancia de la concienciación ciudadana para alcanzar una gestión medioambiental eficiente.
¿Qué es la economía circular?
La economía circular, frente a la economía tradicional o lineal, implica un aprovechamiento de los recursos de forma que los componentes, materiales o recursos que se utilizan para la fabricación de productos o desarrollo de servicios, se integren de nuevo en el ciclo económico, a través de la reutilización, recuperación, valorización o reciclado.
¿Y la ecotecnología?
Es como una especie de ingeniería ecológica cuyo objetivo es conseguir desarrollar procesos de transformación que permitan un mayor desarrollo social y económico, minimizando el daño al medio ambiente. Se trata de utilizar los avances tecnológicos para construir una sociedad más sostenible, basada en la confluencia y equilibrio de los términos tecnología, sociedad, economía y medio ambiente.
Algunos ayuntamientos han puesto en marcha el residuo cero en la gestión de zonas verdes. ¿En qué consiste?
Tratar o utilizar los residuos de poda procedentes de zonas verdes, que actualmente se están gestionando y tratando como residuos, como nuevos recursos. Por ejemplo, en el municipio de Sax y desde Fovasa se realiza triturado de todos los restos de poda para su posterior reutilización como cubierta vegetal y enmienda. Esto nos proporciona una serie de ventajas como la disminución de emisiones de CO2, la reducción del uso de abono químico y también favorece a la disminución de la evapotranspiración.
¿Qué son los bioproductos?
Son los productos obtenidos a partir de la transformación de otros mediante sistemas biológicos u organismos vivos existentes, es decir, tras procesos como la fermentación, la digestión, la hidrólisis, la incorporación de microorganismos o bacterias. Es transformar recursos o productos existentes en nuevos productos, mediante procesos biológicos, físicos o térmicos sin utilizar ningún tipo de producto químico que no sea totalmente natural, respetando la naturaleza. Como ejemplos más conocidos podríamos citar el biodiesel, el biogás, como combustibles, algunos jabones, algunos yogures o quesos.
¿Cómo tendría que ser el envase del futuro? Parece un contrasentido pedir al ciudadano que recicle, cuando las empresas de alimentación venden sus productos hasta con doble o triple envoltorio...
Es cierto que actualmente muchos de los productos que consumimos, por diferentes razones, como transporte, conservación o almacenamiento están envueltos excesivamente. Algo que quizá hasta ahora no había calado tan profundamente en la sociedad, pero que actualmente, y ante la creciente concienciación y sensibilización relativa a la protección del medio ambiente y la lucha frente al cambio climático, cada vez el ciudadano valora más, y exige a los productores la utilización de menos plásticos o sobreempaquetados, de envases más ecológicos.
¿Qué ocurre si uno mezcla envases con restos orgánicos, o con vidrio, y todo eso acaba llegando a una planta de basuras?
Los residuos llegan mezclados, contaminados con otros productos, y no siempre es fácil detectarlos y separarlos, e incluso en ocasiones debido a la contaminación por otros productos o sustancias, un residuo potencialmente reutilizable o reciclable, deja de serlo. Pese a que las plantas de tratamiento tienen la capacidad de detectar o separar ciertos productos potencialmente reciclables la separación en origen es fundamental. Por eso trabajamos mucho en la concienciación del ciudadano.
Ustedes llevan la gestión de residuos en el ámbito municipal. ¿Cuantos ayuntamientos tienen ahora en cartera?
Alrededor de setenta y cinco, principalmente en la Comunitat Valenciana, aunque también operamos en Castilla La Mancha.
Si se premiara al ciudadano por reciclar, con alguna bonificación en los impuestos municipales, ¿mejoraría el asunto? Porque penalizar es más complicado y no tiene efecto concienciador, ¿no?
Creo que como efecto sensibilizador y concienciador, quizás es mejor la bonificación que la penalización, por lo menos en una primera fase cuyo objetivo es crear hábitos.
