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Aguiriano, el negociador del «Brexit» y de acuerdos comerciales

Aguiriano, el negociador del «Brexit» y de acuerdos comerciales

Marco Aguiriano (Bruselas, 1963), secretario de Estado para la Unión Europea, es uno de los tres hombres de Pedro Sánchez que ha negociado el futuro de Gibraltar. Este funcionario, belga de nacimiento e hijo de un padre del Estatuto de Gernika, ocupa también uno de los altos cargos del Ejecutivo central con mayor peso entre los bastidores de este largo proceso de brexit y también ha tenido protagonismo directo durante los procesos de elaboración de los grandes acuerdos comerciales entre la UE y terceros países, claves para el futuro de un comercio exterior tan desarrollado como el de la Comunitat Valenciana, especialmente el del sector hortofrutícola y productos manufacturados. Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de Ginebra, con estudios de posgrado en el Instituto de Estudios Europeos de la Universidad Libre de Bruselas, es funcionario de la Unión Europea y ha ejercido diversos puestos y funciones en el Parlamento Europeo desde 1986. Ha vivido 32 años en el corazón del viejo continente y en estos momentos tan cruciales lamenta la falta de liderazgo. Recuerda que, con todos los respetos hacia nuestros gobernantes europeos, exdirigentes como Kohl, Mitterrand, Delors, Thatcher, Lubbers o Andreotti , entre otros, con todos sus defectos, tenían la virtud de ser grandes líderes pero por un motivo: «tenían la memoria histórica de lo que sus países pasaron y sufrieron a lo largo de la historia reciente de Europa. Ahora, Merkel es una líder pero no con visión histórica o grandes proyectos», explicaba recientemente en una entrevista. En declaraciones a El Mercantil Valenciano, en vísperas del brexit, advierte de que Theresa May ha decidido ceder a las presiones de su partido al aceptar que el Parlamento tenga la posibilidad de votar un aplazamiento de la fecha. «Desde luego, si no es la mayor crisis, sí es, sin duda, el mayor desafío que hemos enfrentado en la historia de la construcción europea. Paradójicamente, la cohesión de los 27 Estados miembros ha sido enorme y está sirviendo para además de intentar gestionar la salida ordenada del Reino Unido de la UE, hacer balance de lo logrado hasta ahora y prepararnos mejor para avanzar más integrados en el futuro», explica.

A Aguiriano le preocupa el crecimiento de los movimientos políticos antieuropeos. «En una primera mirada -destaca el secretario de Estado de la UE- la percepción podría ser que el antieuropeísmo cotiza al alza dadas las buenas expectativas electorales que algunas formaciones con un marcado carácter antieuropeo tienen de cara a las elecciones europeas del 26 de mayo. Sin embargo, la realidad es que incluso partidos como el Frente Nacional o Alternativa por Alemania parecen haber asumido la imposibilidad de presentar a sus opiniones públicas la opción de salida de la UE como una hipótesis factible. Todas las encuestas indican que el referéndum británico ha sido una especie de vacuna frente a este tipo de tentaciones. Fuera de la Unión hace mucho frío».

Política Agraria Común

También considera que la próxima PAC (2021-2027) resultará clave para el futuro de la agricultura mediterránea, tal como sostienen las organizaciones profesionales del sector. Pero Reino Unido dejará un «agujero económico» de 12.000 millones de euros. ¿Deben temer los productores de frutas y hortalizas? Según Aguiriano, «defendemos el mantenimiento de la ficha financiera de la PAC al mismo nivel que en el periodo anterior. En todo caso, el sector de frutas y hortalizas no es el más expuesto a potenciales modificaciones a la baja del presupuesto, dada su menor dependencia de los pagos directos y teniendo en cuenta que el presupuesto para los Programas Operativos, elemento esencial para la regulación de sus mercados, es un presupuesto abierto que no se distribuye entre los Estados miembros, sino en función de la capacidad organizativa de los sectores».

Crisis citrícola e importaciones de terceros países

Mientras el sector citrícola reclama aplicar cláusulas de salvaguardia a las importaciones de cítricos de terceros países a la vista de la grave crisis de mercado que sufren los productores por las importaciones masivas de países como Sudáfrica, Egipto o Turquía, este experto en las políticas de la UE sostiene que «la aplicación de cláusulas de salvaguardia es una medida excepcional que debe estar debidamente justificada a la luz de los requisitos que exige el ejecutivo comunitario. El Gobierno de España conoce bien la situación de bajos precios y estará vigilante para solicitar la aplicación de esta cláusula en cuanto tenga suficientes datos que lo justifiquen. Conozco fehacientemente la preocupación que el ministro Luis Planas tiene sobre esta cuestión y también que está en contacto con el sector a fin de realizar un diagnóstico de la situación y proponer a la Comisión las medidas paliativas pertinentes», puntualiza. Además, considera que las normas sanitarias y fitosanitarias nunca deberían utilizarse como medidas de protección de mercado. «Las normas fitosanitarias existen independientemente de los acuerdos que se firmen. La UE dispone de los mecanismos necesarios para que los productos sanitarios cumplan los requisitos exigidos y sigue reforzando los mismos a medida que dispone de más información. De hecho -añade- este año entra en vigor una nueva normativa que exige el certificado fitosanitario del país de origen y un incremento del número de inspecciones físicas».

Respecto al impacto de la 'guerra comercial' EE UU-China, piensa este negociador que «teniendo en cuenta la gran interconexión de nuestras economías como consecuencia de la globalización ninguna 'batalla' es positiva para nuestro continente». Cuenta que la Unión Europa «desea una estabilidad en los mercados que posibilite inversiones a largo plazo y un crecimiento económico constante».

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