El informe anual del Colegio Notarial de València revela que la venta de vivendas (de segunda mano y nueva) se ha duplicado en los últimos cinco años. En el año 2013 (punto álgido de la crisis inmobiliaria) se vendieron en la Comunitat Valenciana 25.219 viviendas y el año pasado se traspasaron 51.474. Francisco Cantos precisa que la demanda evoluciona de forma creciente en forma de diente de sierra con parones y acelerones. «En el inicio del año hemos detectado menos operaciones, pero no veo un parón como tendencia. Los datos reflejan que en los últimos cinco años se han doblado la operaciones». La ralentización en la venta de pisos en 2019 ha ocurrido en toda España con una bajada del 0,2 % de las operaciones, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados esta semana. El portavoz de los API valencianos, Vicente Díez, destaca que las ventas se han moderado porque «los precios son altos». Díez indica que el ejemplo más claro es el de los inversores. «Hay zonas de València como Benimaclet donde el cincuenta por ciento de las operaciones las acometen los inversores que buscan una rentabilidad con los alquileres a universitarios. No hay que ver a los inversores como a los 'cocos' porque reforman las viviendas y ponen en valor los barrios», añade.
