Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El IVIA nos da la espalda

El IVIA nos da la espalda

El IVIA ya no es el centro citrícola de referencia que fue». La sentencia ha sido escuchada con fruición durante los últimos años en boca de los representantes de los agricultores valencianos. Se han repetido las noticias sobre la falta de un «relevo generacional» de sus investigadores, sobre los sucesivos recortes en su dotación presupuestaria y recursos o sobre las carencias en materia de innovación varietal. Hemos conocido, incluso, cómo productores damnificados por su apuesta personal por mandarinas salidas de este centro que se dijo estaban llamadas a ser futuras 'estrellas' de la citricultura, se estrellaban en el campo y en los mercados. El IVIA ha sido demandado por tal motivo por algunos agricultores y frente a tan triste realidad ha emergido otra no menos odiosa: que las mandarinas y naranjas de 'autor', las que han funcionado bien en el campo y en los mercados, han llegado envueltas en importantes royalties desde Israel, Marruecos, EE UU o Australia. El retorno de la I+D citrícola se lo ha llevado la competencia.

En boca del CGC -que no está representado, ni tiene voz en este centro- ninguna crítica se ha escuchado a este respecto. Más bien al contrario, durante la pasada legislatura, muchos exportadores han vuelto a acercarse al centro, a colaborar en algunos proyectos, a prestar sus fincas, a confiar en el buen hacer de sus profesionales, que siguen gozando de buena consideración y estima. La asociación que los integra trató de alimentar esta constructiva relación y durante estos últimos cuatro años trabajó de la mano del resto del sector en el anteproyecto de una nueva ley para resituar al IVIA donde estuvo, donde se merece estar. Cumplida la legislatura, ese texto ha vuelto a defraudar. Nada se ha avanzado y se repiten muchos de los errores que ya se dieron en el anterior proyecto de reforma, de 2015, que tampoco llegó a aprobarse.

Por hablar de lo más obvio, cuesta entender cuál es la razón por la que se sigue dando la espalda a una asociación como la nuestra, que canaliza en torno al 70% de la comercialización en fresco y que además tiene un importantísimo peso productivo. Es evidente que nuestros asociados podrían aportar valiosa información fitosanitaria sobre cómo estas cuestiones y la regulación en materia de calidad afectan (y no poco) al comercio internacional, sobre cuál es el comportamiento de las variedades en el campo, en la recolección, en el almacén, durante el transporte, en la comercialización y su particular encaje en los mercados, ante la distribución y los consumidores. No. El CGC no merece mencionarse. De no enmendarse este anteproyecto, la inversión y la implicación de los operadores privados del sector agroalimentario valenciano -que en la Comunitat es fundamentalmente citrícola- se alejará definitivamente del IVIA.

Compartir el artículo

stats