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El IVIA pasa de Europa

Gobierno y Consell se enzarzan por el papel del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias en la UE. Las dos administraciones se acusan de no haber presentado candidatura a ninguno de los cinco nuevos laboratorios europeos de sanidad vegetal

Laboratorio de investigación del Iz. daniel tortajada

España es el primer exportador de frutas y hortalizas de Europa, el primero del mundo en cítricos y por todo ello una potencia productora. Holanda es el primer importador hortofrutícola de la UE, la mayor parte de países terceros y por dicha razón es una potencia de la distribución alimentaria. Para nuestro país la sanidad vegetal es una prioridad. Para Holanda -sin producción de naranjas o mandarinas- es más bien una barrera comercial. De ahí que, como denunció recientemente el Comité de Gestión de Cítricos (CGC), se entienda más bien poco que un centro holandés se haya llevado dos de los cinco nuevos laboratorios de referencia europeos en materia de plagas y enfermedades y que ningún laboratorio español fuera capaz de presentar siquiera candidatura. El centro de los Países Bajos se ha adjudicado, precisamente, los dos laboratorios europeos -para los análisis de enfermedades derivadas de virus y los de bacterias- para los que el IVIA es hoy el centro nacional de referencia del Gobierno español.

Preguntados por El Mercantil Valenciano a este respecto las dos partes implicadas, las versiones del Ministerio de Agricultura y de la conselleria del mismo ramo, que gestiona el IVIA, son cuanto menos, contradictorias. Para el departamento de Luis Planas, la adjudicación de estos centros de referencia fue «un proceso abierto en el que los propios laboratorios debían inscribirse si así lo consideraban oportuno y reunían los criterios». Para la conselleria de la ahora en funciones Elena Cebrián, fue igualmente «un proceso técnico de concurrencia competitiva entre diversas organizaciones europeas» pero -matiza- «a propuesta de las autoridades competentes (en el caso de España, del Ministerio de Agricultura)». Vamos, que para los unos la «pasividad» que denunciaron los empresarios citrícolas en estas designaciones es responsabilidad del Gobierno autonómico y para los otros, del central.

Lo cierto es que, como recordó la patronal que integra a los exportadores privados españoles, este asunto -el evitar la entrada de plagas y enfermedades como las bacterias del HLB, otras cepas de Xylella distintas a las identificadas en Alicante, el citrus canker o la 'mancha negra'- era uno de los objetivos prioritarios introducidos en el paquete de 16 medidas presentadas por el ministerio para tratar de afrontar la crisis citrícola. Concretamente, en la propuesta 10ª, el ministerio hablaba de trabajar en una «vigilancia activa de los resultados de los controles fitosanitarios a nivel europeo. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación realizará un seguimiento pormenorizado de los procesos de toma de decisiones a nivel comunitario en relación con las interceptaciones en envíos procedentes de terceros países», explica este ente.

Y serán estos nuevos laboratorios europeos de referencia los que, según el comunicado remitido por la Comisión Europea, los que «darán apoyo a la UE en el diagnóstico de las enfermedades vegetales emergentes» o «contribuirán a una más rápida y localizada detección de patógenos en las fronteras europeas (en los puertos) y en el territorio (detecciones en campo)». O, según se detalla, estos centros se encargarán también de «promover altos y uniformes estándares de calidad en relación con el desarrollo y uso de métodos de análisis, diagnóstico o test empleados en los laboratorios oficiales de sanidad vegetal».

«Difícilmente podremos defendernos de la entrada de plagas foráneas si son los centros de países cuyo negocio es la importación los que aleccionan a los inspectores europeos y al resto de laboratorios sobre cómo se deben hacer los diagnósticos, cómo interpretar los síntomas en las frutas o qué métodos analíticos se han de usar», puntualizó la semana pasada el presidente de la patronal naranjera, Manuel Arrufat.

La visión de la Conselleria de Agricultura sobre el papel del IVIA o de la Universitat Politècnica de València (UPV), que también es laboratorio nacional de referencia para virus en cultivos no leñosos así como para hongos, no es tan ambiciosa. «El IVIA es un centro de investigación. Los laboratorios del IVIA son, por tanto, laboratorios de investigación, no de análisis a gran escala, que forman parte de un centro dedicado a diferentes aspectos de la producción agraria», aclararon fuentes oficiales del departamento autonómico.

Las mismas fuentes matizaron que, pese a que su personal «trabaja en los agentes patógenos que afectan o pueden afectar a la agricultura valenciana y nacional, no pueden dedicar sus recursos a todas las plantas ni a todos los agentes patógenos que afectan o pueden afectar a Europa».

El IVIA o la UPV, con muchos años de experiencia, no pueden. Sin embargo parece claro que Holanda, a través de un centro estatal creado según su web oficial en el año 2012 -el NVWA- sí puede aspirar a hacer tal cosa. Sorprendente.

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