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La nueva realidad

La nueva realidad

Acabamos el primer semestre con unos resultados muy positivos en los mercados de renta variable donde el Nasdaq 100 ha subido un 21%, el Eurostox50, un 15% y el Ibex 35 español, un 8%. A pesar de esta buena primera mitad de año con la bolsa americana en máximos, la incertidumbre de la guerra comercial entre EE UU y China, la desaceleración de la economía y que nos encontremos en una fase bastante avanzada del ciclo económico hace que, según una encuesta De BoA Merrill Lynch, el pesimismo existente entre los gestores globales se encuentre en niveles alarmantemente negativos.

A finales del año pasado se trataba de anticipar una fuerte recesión como justificación a las fuertes caídas de los mercados. Por otra parte y tras un fulgurante primer semestre, el mensaje era que se iban a subir tipos en EE UU en al menos 4 ocasiones. Pues ni se ha producido la tan esperada recesión (que por supuesto llegará en algún momento) ni se van a subir tipos. De hecho, tanto Mario Draghi, como responsable del BCE, como Jerome Powell, como presidente de la Reserva Federal defienden la flexibilidad y posibilidad de bajar tipos.

Estas medidas están generando un doping financiero en los mercados. Una rentabilidad negativa en Alemania en el bono a 10 años del -0,30% y un exiguo 0,37% en el caso español, nivel nunca visto antes, provocan que extrememos la cautela ante posibles inversiones en renta fija. En estos momentos, el riesgo asumido no compensa la «rentabilidad» de este tipo de instrumentos.

La solución tampoco es volcarse en la renta variable. Un ahorrador que siempre ha estado cómodo con su patrimonio en depósitos, con rentabilidades que superaban con holgura la inflación, no tenía ningún incentivo para buscar otras alternativas. Hoy sí. Los depósitos no llegan ni por casualidad a un 0,5% y si tenemos en cuenta en el efecto de la inflación se pierde dinero. Mucha gente prefiere tener el dinero sin invertir esperando el momento que no llega. Pasan los días, los meses y los años y no se invierte. Asumiendo en cuenta una inflación del 1,5% anual, debemos ser conscientes que al cabo de 10 años hemos perdido al menos el 15% de nuestro patrimonio en términos reales.

En Renta 4 buscamos explicar a nuestros clientes la nueva realidad e implica que los ahorradores, si quieren conseguir un mínimo de rentabilidad, deben asumir unos riesgos mínimos. El paso es de ahorrador a inversor. Ese paso no es sencillo, pero con mucha pedagogía y un muy buen asesoramiento se consigue que el cliente esté perfectamente informado de los productos que contrata y puede dormir tranquilo.

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