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¿Y qué hay de lo nuestro?

¿Y qué hay de lo nuestro?

Tras la celebración de unas nuevas elecciones, generales no podemos decir que el panorama político se haya clarificado ni que estemos más cerca de la formación de Gobierno. El anunciado acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos constituye una base que no tendrá validez alguna si no se alcanzan los apoyos necesarios para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Habida cuenta de la necesidad de implicar a muchas formaciones, con objetivos y visiones diferentes, el camino sigue siendo complicado.

Más allá de su signo político, la formación de un Gobierno con los apoyos necesarios para dotarlo de estabilidad es necesaria para nuestro país. Rodamos por inercia, pero la provisionalidad de nuestros representantes es un elemento que juega en contra de la gobernabilidad y que incluso reduce nuestro peso y nuestra capacidad de influencia internacional. Algo que, en un momento crucial como el que atravesamos, no nos podemos permitir.

Medidas

Más allá de esta cuestión, que esperamos que quede clarificada en un sentido o en otro durante las próximas semanas, hay que incidir en otro tema muy relevante. ¿Recuerdan medidas relacionadas con el sector agroalimentario expuestas por los candidatos durante los debates e intervenciones de campaña? ¿Y medidas relacionadas específicamente con las cooperativas agroalimentarias? No ha habido ninguna mención, por lo que es difícil que lo puedan recordar. Si recurrimos a los programas electorales -que sabemos que la amplia mayoría de ciudadanos no lee-, las referencias son tan escasas y generalistas que no nos ofrecen una visión detallada del valor que otorgan los partidos a nuestra contribución a la actividad económica del país, a la creación de empleo, a la vertebración territorial o a la cohesión social.

Campaña

Quizás haya quien piense que en campaña no se pueden abordar todos los temas y que el foco se pone solo sobre aquellos que son más relevantes. Sin embargo, se ha hablado, y mucho, sobre lo que se ha venido en catalogar como la «España vaciada». ¿No es lógico pensar que en la estrategia a desarrollar para poner freno al despoblamiento deben jugar un papel fundamental las cooperativas agroalimentarias? Somos generadoras de empleo y riqueza, un pilar fundamental de la vertebración territorial, garantes de la conservación del paisaje y del medio, prestamos servicios necesarios para aquellos que viven en el medio rural? Creo que en esta situación es lícito preguntar: ¿Y qué hay de lo nuestro?

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