Arqueología / Antropología

Descubren una canoa maya utilizada para viajar al "más allá"

El bote y los huesos se hallaron en lo profundo de una cueva submarina, ubicada a 4,6 metros por debajo de la superficie del agua

Alrededor de la embarcación, ubicada en una caverna, se han localizado 38 restos óseos, entre ellos un metatarso humano y huesos de armadillo, perro, pavo y águila.

Alrededor de la embarcación, ubicada en una caverna, se han localizado 38 restos óseos, entre ellos un metatarso humano y huesos de armadillo, perro, pavo y águila. / Crédito: Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.

Pablo Javier Piacente

Una canoa de madera encontrada en una cueva submarina en México probablemente se usó como parte de un ritual maya. Se encontró rodeada de huesos humanos y animales, en una especie de "portal al inframundo" en México. El análisis de carbono 14 de la canoa determinó que fue construida durante el siglo XVI.

Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de México, y del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS), han aportado nuevos datos a un descubrimiento realizado inicialmente en 2021, cuando se identificó una antigua embarcación maya rodeada de huesos humanos y animales en una cueva escondida bajo el mar, en la península de Yucatán.

Según publicó en ese momento la agencia Reuters, los buzos identificaron en principio el bote y los huesos en lo profundo de una cueva submarina ubicada 4,6 metros por debajo de la superficie. Posteriormente, los arqueólogos descubrieron 38 restos óseos, incluido un metatarso humano (hueso del pie) que habría pertenecido a una mujer, así como huesos de un armadillo, perro, pavo y águila, de acuerdo a un comunicado del INAH.

Armadillos sagrados

¿Con qué propósito los mayas ubicarían una canoa con restos humanos y animales en una cueva submarina? Según un artículo publicado en Live Science, los científicos concluyeron que la embarcación de madera pudo haber sido utilizada por los mayas durante un ritual, y fue colocada intencionalmente dentro de la cueva.

Por ejemplo, los especialistas creen que los restos de armadillo identificados podrían ser una alusión a la entrada de este animal al inframundo. Diferentes referencias gráficas en la cultura maya relacionan a la “armadura” o “caparazón” que posee este animal como una especie de estructura protectora para sortear los peligros del “inframundo” y arribar con éxito al “más allá” o vida después de la muerte.

Incluso, los mayas creían que las cuevas y los cenotes o sumideros eran “portales al inframundo” y usaban armadillos como un "avatar" para una de sus deidades, representada por la figura de un jaguar con una capa similar al caparazón de un armadillo. En consecuencia, la abundancia de huesos de armadillo y la presencia del pie humano han llevado a los investigadores a concluir que la canoa pudo haber sido utilizada en una especie de ceremonia de entrada al más allá.

Fechas exactas

Vale destacar que aunque en el hallazgo inicial se indicó que la canoa se había confeccionado entre los años 830 y 950 d. C., la realización de una prueba de carbono 14 confirmó que en realidad su construcción es mucho más reciente: se realizó durante el siglo XVI de nuestra era, cuando la civilización maya ya estaba en decadencia y se había enfrentado a los conquistadores españoles.

Con alrededor de 1,6 metros de largo y 80 centímetros de ancho, la canoa contenía una proa y una popa extremadamente pesadas, por lo cual probablemente nunca se utilizó para navegar y ni siquiera estaba en condiciones de hacerlo. Esto aporta una nueva prueba en torno a que en realidad la embarcación se diseñó únicamente para una ceremonia sagrada.

Por último, los especialistas aclararon que la canoa maya se investigó in situ, ateniéndose a los protocolos internacionales de conservación del patrimonio cultural subacuático.