Biología

Los delfines detectan campos eléctricos y usan un “mapa magnético” para orientarse

El electrosentido ayudaría a los delfines a atrapar peces de cerca mientras cazan y a orientarse en la navegación marítima

Estructuras pilosas que parecían inútiles son la clave para el electrosentido de los delfines.

Estructuras pilosas que parecían inútiles son la clave para el electrosentido de los delfines. / Crédito: Pexels en Pixabay.

Pablo Javier Piacente

Unas estructuras pilosas que los delfines pierden al crecer dejan igualmente una serie de hoyos en los ejemplares adultos: estos les permiten percibir la electricidad con suficiente sensibilidad como para ayudarlos a pescar o navegar por el océano. Este electrosentido no es tan preciso como el de los tiburones, pero alcanza para que los delfines desarrollen una suerte de “mapa magnético”, que les permite orientarse en la inmensidad del océano.

Un nuevo estudio liderado por el Dr. Guido Dehnhardt, zoólogo de mamíferos marinos de la Universidad de Rostock, en Alemania, describe un sentido hasta hoy desconocido en los delfines, una especie ampliamente estudiada por la ciencia debido a sus llamativas peculiaridades y condiciones en múltiples ámbitos. Ahora, los científicos revelaron que los delfines pueden detectar los campos eléctricos y utilizar esta capacidad para obtener alimento y orientarse al viajar.

La estructura que escondía el electrosentido

Se sabía que los delfines mulares recién nacidos lucen una hilera de pelos a lo largo de la parte superior de sus mandíbulas. Pero una vez que los animales son destetados, estos bigotes se caen. Teniendo en cuenta esto, los científicos pensaron hasta hoy que estas estructuras eran vestigiales: esto significa que no cumplían ninguna función. Sin embargo, la nueva investigación publicada recientemente en la revista Journal of Experimental Biology ha desvelado una sorpresa en torno a estas estructuras pilosas.

El Dr. Dehnhardt y sus colegas han descubierto que los hoyos que dejan esos pelos pueden percibir la electricidad con suficiente sensibilidad como para ayudar a los delfines a pescar o navegar por el océano. Según un artículo publicado en The New York Times, Dehnhardt estudió por primera vez los bigotes de una especie diferente, el delfín de Guayana. Esperaba encontrar las estructuras típicas de los folículos pilosos, pero observó que faltaban.

A pesar de esto, descubrió que los pozos estaban llenos de terminaciones nerviosas: fue así que junto a sus colaboradores entendió que los folículos sin pelo se parecían a las estructuras sensibles a la electricidad de los tiburones. Entonces, descubrieron que un delfín de Guayana respondía a señales eléctricas y se preguntaron si otros cetáceos dentados, incluidos los delfines mulares, también podrían sentir la electricidad.

Un mapa magnético

En el marco del nuevo estudio, los investigadores entrenaron a dos delfines mulares para que descansaran sus mandíbulas en una plataforma y se alejaran nadando cada vez que experimentaran una señal sensorial, como un sonido o un destello de luz. Si no detectaban alguna de estas señales, los delfines debían quedarse quietos.

Al iniciar el entrenamiento, los delfines también recibieron señales eléctricas y respondieron correctamente desde la primera prueba. Los animales lograron transferir lo aprendido y revelaron que también podían detectar campos eléctricos. En pruebas y análisis posteriores, los especialistas lograron demostraron que la sensibilidad de los delfines a la electricidad era similar a la del ornitorrinco, un ave que utiliza su sentido eléctrico para buscar alimento.

En el caso de los delfines mulares, este increíble sentido les permitiría detectar la actividad eléctrica desplegada en los órganos internos de los peces que utilizan de alimento. Además, les sería útil en la llamada “alimentación de cráter”, una práctica mediante la cual cavan pozos en el fondo marino y extraen anguilas u otras especies con sus picos.

Por otro lado, los delfines también pueden utilizar la electrosensibilidad para navegar. Los investigadores observaron que estos cetáceos pueden sentir campos magnéticos mientras se trasladan por los mares. Como disponen de trozos de material magnético en sus cuerpos, el sentido eléctrico les permite advertir cambios en el campo magnético de la Tierra y utilizar algo parecido a un “mapa magnético” para orientarse.

Referencia

Passive electroreception in bottlenose dolphins (Tursiops truncatus): implication for micro- and large-scale orientation Icon for The Forest of Biologists. Guido Dehnhardt, Tim Hüttner et al. Journal of Experimental Biology (2023). DOI:https://doi.org/10.1242/jeb.245845