Exploración Espacial

Las minilunas podrían transformarnos en una especie interplanetaria

Servirían para extraer agua, como estaciones para recargar combustible y como espacios para probar distintas tecnologías espaciales

Pablo Javier Piacente

"Minilunas" aún no descubiertas pueden orbitar la Tierra: teniendo en cuenta su proximidad a nuestro planeta, estos pequeños cuerpos serían excelentes herramientas para potenciar la exploración espacial. En concreto, algunos científicos creen que estos diminutos satélites podrían permitir a la humanidad explorar con mayor facilidad el Sistema Solar, establecerse como una especie interplanetaria y vivir fuera de la Tierra.

Las minilunas son cuerpos errantes que se mantienen ligados a la órbita terrestre por un lapso de tiempo determinado, para posteriormente seguir su viaje por el cosmos. Además de despertar la curiosidad de los científicos por sus características, diferentes investigaciones sostienen que las minilunas y otros asteroides cercanos a la Tierra tendrían el potencial de actuar como impulsores en nuestra exploración del cosmos.

¿De qué manera lo harían? Por ejemplo, funcionando como estaciones para recargar combustible utilizado por las naves espaciales, permitiendo probar nuevas tecnologías en un entorno más cercano a nuestro planeta o sirviendo como plataformas para extraer agua, entre otras posibilidades. Todas estas funciones de las minilunas podrían ser cruciales para permitir que la humanidad se transforme en una civilización interplanetaria, al facilitar la exploración del Sistema Solar.

Viajes cortos para probar nuevas tecnologías

Según un artículo publicado en Live Science, astrónomos estadounidenses descubrieron en 2006 un cuerpo peculiar flotando en medio de los miles de satélites artificiales que orbitan alrededor de nuestro planeta. Luego de observarlo atentamente, determinaron que era un satélite natural que había sido colocado temporalmente en órbita junto con la Tierra, similar a la Luna. Esta "miniluna", denominada 2006 RH120, tenía unos pocos metros de diámetro.

Pero a diferencia de la Luna, este cuerpo cósmico fue un compañero transitorio de la Tierra, que recorrió la órbita terrestre alrededor de un año y luego fue expulsado. Algo similar sucedió una década después con 2020 CD3, otra miniluna del tamaño de un vehículo pequeño que deambuló por la órbita de la Tierra hasta retirarse de esta parte del cosmos en marzo de 2020. Estos son algunos ejemplos de minilunas: ¿cómo podrían aprovecharse en la exploración espacial?.

A pesar de la dificultad que supone el carácter transitorio de su presencia, los viajes a las minilunas podrían ser una excelente alternativa para probar diferentes tecnologías a utilizarse posteriormente en exploraciones a Marte u otros planetas del Sistema Solar. Según un estudio publicado en 2014 en la revista Nature, los viajes a las minlunas tardarían unos 100 días en llegar y regresar, aunque su complejidad estaría en la planificación y ejecución de las misiones: sería imprescindible concretarlas mientras el satélite natural transitorio se mantenga en su corto viaje alrededor de la Tierra.

Las misiones a minilunas y otros asteroides cercanos a la Tierra permitirían a la NASA y otras agencias espaciales “probar la efectividad de sus innovaciones en el espacio profundo, incluidos los sistemas de soporte vital, motores y sistemas de propulsión”, según indicó Paul Abell, científico jefe de exploración de cuerpos pequeños de la NASA, en declaraciones citadas por Live Science.

Estaciones espaciales para cargar combustible

En el mismo sentido, las minilunas también podrían aportar otra ayuda vital para llegar a Marte y otros destinos más lejanos: la extracción de agua. El agua es crucial no solamente para la hidratación sino también para la creación de combustible adicional para cohetes, que suele ser hidrógeno líquido. Esto será imprescindible para llegar hasta Marte, que se encuentra en promedio a más de 225 millones de kilómetros de la Tierra.

Aunque algunas investigaciones ponen en duda que las minilunas contengan agua, otros estudios son más optimistas y traen buenas noticias para las agencias espaciales. De concretarse esta posibilidad, las minilunas y los asteroides cercanos a la Tierra pueden ser candidatos ideales para convertirse en estaciones espaciales de recarga de combustible, como sostiene un estudio publicado en 2018 en la revista Journal of Geophysical Research: Planets.

Al ser ricos en agua, sería posible dividir este recurso en hidrógeno y oxígeno, ambos elementos primordiales para crear combustible para cohetes. "Si puedes acceder a esa agua y aprovecharla, de repente tendrás agua para beber, oxígeno para respirar y, lo que es más importante, combustible para cohetes", agregó Abell. Algunos indicios son prometedores, como la riqueza de elementos que se está descubriendo en las muestras del asteroide Bennu. ¿Serán las minilunas y otros cuerpos similares el impulso final que lleve a la humanidad a conquistar el Sistema Solar?

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