Biotecnología

Resucitar Mamuts sería como jugar a Parque Jurásico

Si la genética consigue ejemplares del gigante desaparecido, probablemente estarían abocados a una nueva extinción

¿Qué haríamos con mamuts lanudos resucitados en nuestro mundo?

¿Qué haríamos con mamuts lanudos resucitados en nuestro mundo? / Generador de imágenes de COPILOT para T21/Prensa Ibérica.

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe

La genética ha dado un primer paso para conseguir la resucitación del mamut lanudo: manipular unas células que pueden introducirse en el óvulo de una elefanta asiática para que alumbre un ejemplar casi idéntico al gigante desaparecido hace unos 5.000 años. Pero…

En un laboratorio donde la ciencia se encuentra con la historia, un equipo de visionarios ha logrado lo que muchos pensaron que era el dominio exclusivo de la ciencia ficción. Colossal Biosciences, conocida por ser la primera compañía de desextinción del mundo, ha anunciado un avance sin precedentes en su Proyecto Mamut Lanudo.

Las células madre pluripotentes inducidas (iPSC) son la piedra angular de la medicina regenerativa moderna, y ahora, el equipo de Colossal ha logrado reprogramar células de elefante asiático para crear iPSCs. Este logro no solo es un paso hacia la resurrección del mamut lanudo, sino que también promete avances seminales en biología del desarrollo, terapia celular y más.

Las cosas claras

Para entender el significado de este anuncio hay que tener en cuenta que no se puede traer a la vida una especie extinta sintetizando su ADN desde cero, incluso con tecnología punta y células vivas de un organismo. Y la cruda realidad es que no existen células de mamut sobre las que plantear su resurrección.

De lo que se trata con estos trabajos, más bien, es de crear sustitutos de especies extintas utilizando algunos de sus rasgos genéticos, extraídos de especies afines a lo que fueron los ejemplares originales extintos.

En este caso, la especie afín escogida es el elefante asiático, pariente cercano del mamut lanudo que desapareció hace entre 4.000 y 10.000 años: más del 99 por ciento de sus genomas son idénticos.

Y lo que se ha conseguido de momento es extraer iPSCs de una elefanta asiática y reprogramarlas genéticamente para darles rasgos similares a los mamuts lanudos, con la finalidad de crear una línea de células de elefante asiático adaptadas al frío.

Es decir, se ha perforado un agujero en un óvulo obtenido de una elefanta asiática, extraído el núcleo de esa célula e insertado otro núcleo que contiene genes manipulados para reprogramar en su sistema reproductor las instrucciones necesarias para sobrevivir a las temperaturas árticas, como pelo borroso y exceso de grasa.

Momento para la foto

El siguiente paso consistirá en implantar el embrión temprano, fruto de esas células modificadas genéticamente, en las madres sustitutas sanas de elefantes asiáticos, que finalmente alumbrarán a un elefante lanudo que se parecerá (no sabemos cuánto) al extinto mamut. Todo esto, hipotéticamente, tendrá lugar entre 2026 y 2028, según las previsiones de los científicos de Colossal.

Una vez que se consiga esta implantación, la siguiente tarea será el cuidado de las madres elefantas asiáticas gestantes en un centro de conservación durante 22 meses que dura el embarazo.

Y después, llegará el momento de hacerse la foto junto a esas imitaciones de crías de mamuts lanudos que darán la vuelta al mundo, así como el momento de la crianza de los neonatos para que esta proeza genética no se malogre.

La posibilidad de resucitar mamuts plantea muchas dudas, independientemente del logro científico.

La posibilidad de resucitar mamuts plantea muchas dudas, independientemente del logro científico. / Generador de imágenes de COPILOT para T21/Prensa Ibérica.

¿En qué momento estamos?

El momento en el que se encuentra este proceso es en el que estos científicos han logrado la reprogramación más exitosa de iPSC de elefante asiático hasta el momento: ahora expresan múltiples factores centrales de pluripotencia y son capaces de diferenciarse en las tres capas germinales que tienen el potencial de dar lugar a cada tipo de célula en el cuerpo, explican los investigadores.

La reprogramación de células somáticas para convertirlas en iPSCs es como darle a la biología un lienzo en blanco. Estas células pueden diferenciarse en cualquier tipo de célula del cuerpo, abriendo un mundo de posibilidades para estudiar la adaptación al frío, como el crecimiento del pelo lanudo y el almacenamiento de grasa en modelos celulares y organoides. Todo lo que necesita un elefante asiático para transformarse en un mamut lanudo genéticamente casi idéntico a la especie extinta.

Posibles derivadas

El éxito de Colossal no solo es una victoria para la ciencia, sino también para la conservación de especies en general, ya que en el objetivo de esta empresa de biotecnología está también la resurrección de otras especies, como el tilacino o lobo de Tasmania, un marsupial de Australia y Papúa Nueva Guinea que se extinguió en 1936, y el dodo o dronte, un ave no voladora extinguida por la acción humana en su isla natal de Mauricio en 1662.

La tecnología de iPSC tiene el potencial de ayudar en la reproducción asistida de elefantes y en la modelización celular avanzada de fenotipos de mamuts e hipotéticamente de cualquier otra especie extinta que tenga interés para la ciencia.

Innovación y Controversia

El progreso con las iPSC de elefante se extiende mucho más allá de este proyecto de desextinción, ya que tiene un enorme potencial para estudiar el desarrollo celular, la terapia celular, la detección de fármacos, los embriones sintéticos, la gametogénesis in vitro y el uso de iPSC para la transferencia nuclear en todas las especies, aseguran los autores de esta investigación.

De todas formas, aunque Colossal ha capturado la imaginación del mundo con su plan de diseñar un híbrido de mamut lanudo, así como del tilacino y el dodo, sin embargo, la empresa no está exenta de críticas. Mientras algunos ven la desextinción como una forma de corregir errores pasados, otros cuestionan la viabilidad y la ética de revivir especies que se han extinguido naturalmente.

Y después, ¿qué hacemos?

Hay otras cuestiones a tener en cuenta, y es que, una vez conseguida la resurrección del mamut lanudo, hay que tener un plan para saber qué hacer con los nuevos ejemplares, que reviven en un planeta muy diferente al que conocieron: el declive definitivo de esta especie comenzó hace 21.000 años, tras el último máximo glaciar. Debido al progresivo calentamiento del planeta, su número fue disminuyendo hasta que despareció para siempre. La Tierra va hoy por un mismo camino, arrastrada por el calentamiento global.

Eduardo Costas, catedrático de Genética en la UCM, explica a T21 que en España existe incluso la posibilidad de resucitar a la cabra pirenaica (Capra pyrenaica pirenaica), declarada extinta en 1997, víctima de la caza incontrolada y de hábitats cada vez más reducidos, porque hay gametos para conseguirlo. Pero no se ha abordado el proyecto, entre otras cosas, porque la cabra pirenaica tampoco tendría hábitats para vivir por la creciente ocupación humana de territorio. Lo mismo pasaría, seguramente, con los mamuts lanudos. Ambos estarían abocados a una nueva extinción.

Resucitar mamuts lanudos sería algo así como jugar a Parque Jurásico.