Paleontología

Europa emerge como foco de evolución de los grandes simios

Dos grandes homínidos, uno pequeño y otro grande, coexistieron en lo que hoy es Alemania hace 11,6 millones de años

Rótula fosilizada (izquierda) y dos molares parciales pertenecientes a un gran simio inusualmente pequeño que vivió hace 11,6 millones de años en lo que hoy es Europa.

Rótula fosilizada (izquierda) y dos molares parciales pertenecientes a un gran simio inusualmente pequeño que vivió hace 11,6 millones de años en lo que hoy es Europa. / M. BÖHME ET AL/PLOS ONE 2024 (CC BY 4.0)

N+1/T21

Los antropólogos han identificado dos dientes fosilizados y una única rótula que parecen pertenecer a una especie de gran simio nunca vista: Buronius manfredschmi. Con un peso estimado de sólo 10 kilogramos, es el gran simio más pequeño jamás identificado.

Los paleontólogos han descrito una nueva especie de simio de la familia de los hominoideos que vivió en el sur de Alemania durante el Mioceno, hace 11,62 millones de años. Se llama Buronius manfredschmidi.

Se trata de dos líneas de simios antiguos, incluido el que podría ser el gran simio más pequeño hasta el momento. Es la primera vez que diferentes especies de simios, cada una con un estilo corporal y una dieta distintivos, coexisten fuera de África.

También es el primer ejemplo de simpatría (especies o poblaciones que viven en la misma área geográfica) entre dos especies de este grupo en la Europa del Mioceno. Los resultados de la investigación se han publicado en la revista PLoS One.

Laberinto homínido

El Homo sapiens es el único representante de la superfamilia de simios (hominoideos o grandes simios) que vive en la Europa moderna. Sin embargo, en el Mioceno (hace 23,03-5,333 millones de años) en este continente, donde entonces reinaba un clima cálido y crecían bosques subtropicales (y en algunos lugares incluso tropicales), vivían varias especies de hominoideos a la vez.

Por ejemplo, en España, Francia y posiblemente Austria, Dryopithecus fontani vivió hace entre 12,5 y 11,1 millones de años, y Danuvius guggenmosi vivió en el sur de Alemania hace 11,62 millones de años. Sin embargo, los expertos aún no han encontrado restos de más de un taxón de hominoideos en ningún yacimiento del Mioceno en Europa.

Datos paleontológicos

Esto es lo que ha logrado un equipo de paleontólogos dirigido por Madelaine Böhme, de la Universidad Eberhard-Karls de Tübingen. Los investigadores se centraron en un molar superior, un premolar inferior y una rótula de primate descubiertos en 2011 y 2017 en la cantera de arcilla de Hammerschmied, en el sur de Alemania. La edad de los hallazgos fue de 11,62 millones de años.

Anteriormente, se encontraron fósiles aquí y en depósitos de edad similar, a partir de los cuales se obtuvo la descripción de la nueva especie de simio.

Referencia bávara

Después de estudiar los restos, Boehme y sus coautores concluyeron que pertenecían a un simio previamente desconocido de la familia hominoidea. Fue colocado en un nuevo género y llamado Buronius manfredschmidi.

El nombre genérico del primate hace referencia a la ciudad bávara de Kaufbeuren, situada a cinco kilómetros de la cantera de Hammerschmied (en la Edad Media se la conocía como Buron); y el nombre de la especie se da en honor al paleontólogo aficionado Manfred Schmid.

Poco peso

Los investigadores estiman que el peso medio del buronius era de sólo unos 10 kilogramos. Así, este primate era el más pequeño de todos los hominoideos descritos hasta la fecha.

A modo de comparación, el Danuvius que coexistía con él en aquella época, pesaba entre 17 y 31 kilogramos (o, según otras estimaciones, entre 14,5 y 46,3 kilogramos).

Boehme y sus colegas sugieren que Buronius y Danuvius no sólo vivían en la misma región, sino que también compartían un hábitat común. Este es el primer ejemplo de simpatría entre hominoideos del Mioceno de Europa.

Competencia alimentaria

Es probable que las dos especies de primates evitaran la competencia debido a diferencias en la especialización alimentaria.

Buronius, a juzgar por la estructura de sus dientes, comía hojas y frutos blandos, mientras que Danuvius prefería alimentos más duros, como frutas de cáscara dura, nueces e incluso carne.

Además, la primera especie, debido a su pequeño tamaño, se alimentaba principalmente en lo alto de las copas y en las ramas delgadas, donde la segunda no podía llegar.

Dieta variada

La división de nicho entre B. manfredschmidi y Danuvius guggenmosi puede haber sido más o menos la misma que la que existe entre los gibones modernos (Hylobates) y los orangutanes (Pongo ) en Borneo y Sumatra.

Sin embargo, aunque el clima de la Europa del Mioceno era cálido, las horas de luz en invierno se acortaron, lo que limitó el crecimiento de las hojas y la disponibilidad de otros alimentos vegetales.

En tales condiciones, los primates nativos probablemente tuvieron que consumir una dieta más variada que los primates vivos de la selva tropical.

Referencia

Buronius manfredschmidi—A new small hominid from the early late Miocene of Hammerschmiede (Bavaria, Germany). M. Böhme et al. PLOS ONE, June 7, 2024. DOI:https://doi.org/10.1371/journal.pone.0301002