Lo dicen ellos: Cactus es pop melódico, Cactus es hip-hop, Cactus es (afro-latin-dark)-trap, Cactus es remember, Cactus es reggaeton, Cactus es moombathon, Cactus es todo eso y más. «Sí, podríamos decir que cada canción de Roma es un estilo diferente -reconoce Miquel, guitarrista que viene de El Diluvi y que forma Cactus junto al rapero Eldemuro y la cantante Samantha-. La intención no era hacer un disco variado porque sí, pero antes de grabar cada tema sí nos planteábamos que tenía que ser algo que no habíamos hecho nunca antes. Queríamos ir cada vez más lejos».

P ¿Es «Roma» un Frankenstein estilístico como el que cantáis en uno de los temas?

R El grupo en sí es un poco Frankenstein. Hay uno muy rapero (Eldemuro), una muy pop (Samantha) y yo que soy muy punk. Y la mezcla que se genera con todo eso hace que las canciones sean muy diferentes entre sí.

P ¿Lo que le da unidad al disco es el amor, o más bien el desamor, de las letras?

R Es un disco que va dirigido al desamor, pero eso también ha ocurrido sin darnos cuenta. Cuando teníamos las cinco primeras canciones es cuando vimos que hablaban de eso.

P En «Ho deixe tot» empleáis el clásico de Los Panchos. ¿Nos ha enseñado los boleros que los corazones rotos hacen mejor música?

R Claro. Porque nos llevan a ritmos lentos y pausados, y eso da lugar a que artistas puedan hacer canciones más abiertas y con más palabras. Como era una canción un poco triste decidimos darle ese tono.

P En ese Frankenstein que es «Roma» incluís un tema de bakalao, subsección cantadita. Pero sospecho, por una cuestión de edad, que no debisteis bailar esa música en su época.

R Algunos hacen revivir la música tradicional valenciana y nosotros hacemos lo mismo con el bakalao porque consideramos que también es música folclórica valenciana y merece el mismo respeto aunque para muchos lleve connotaciones negativas. Hay que aceptar lo que somos y el País Valencià ha tenido una época muy intensa de discotecas, de parkineo y no tenemos por qué avergonzarnos de eso.

P ¿Entra en esa batalla hacer trap en valenciano?

R Nos interesa que la música en valenciano no sea un estilo en sí, que deje de ser una etiqueta, que se pueda cantar en valenciano en todos los estilos posibles. Por eso estamos muy abiertos a innovar, a hacer propuestas que no se hayan hecho. Queremos tener un país normal, y para eso ha de tener música normal.

P A ti, que vienes del punk y el ska y que ahora haces bakalao, trap y hip-hop, ¿se te ha quedado viejo el rock?

R Más que viejo, pienso que es complicado innovar en el rock. Es una música que se ha trabajado durante muchos años, que se ha perfeccionado, y sacar cosas nuevas mejor que Deep Purple o ACDC es muy complicado. Yo aún lo escucho, pero como Los Zigarros a nivel de rock, pocos hacen cosas nuevas. Es lo mismo que pasó con el rock en valenciano, eso de cantar en valenciano con una base de raíz jamaicana como la Gossa ya lo han hecho ellos y va a ser muy difícil hacerlo mejor.

P Habéis estado casi un año para grabar el disco.

R Más de un año. Somos muy exigentes y el proceso creativo se nos suele alargar mucho. Casi dos meses para grabar cada canción, y además lo compaginábamos con la gira y con el trabajo de cada uno. Hemos ido muy poco a poco con las canciones, a fuego lento.

P También los vídeos que habéis publicado hasta ahora parecen muy elaborados...

R Nos gusta mucho sentarnos ante un papel en blanco y generar ideas. Los videos los grabamos después de pasarnos muchas tardes con los directores y los guionistas para hacer videoclips. Es lo que ha pasado en «K pateo». Estuvimos hablando mucho tiempo con el director, El Hombre Viento, y Mark Dasousa, escuchando la canción, imaginando cómo podíamos sorprender a nivel visual porque «K pateo» ya es de por sí una canción bastante original. Hace de cosas muy simples algo muy ambiguo para que la gente esté con la oreja pendiente en ver qué decimos, aunque fueran cosas muy obvias y sinsentido.

P «Ven tú, yo no soy tu lady», canta Samantha en «K pateo». ¿Un reggaeton feminista?

R Sí, y, además, refleja una realidad. Las mujeres hoy tienen su empoderamiento para poder decir cosas así, e intentamos reflejarlo en la canción.