En un momento de incertidumbre en el devenir de las artes escénicas, la danza ha dado un paso adelante. Su capacidad para transformarse y sus infinitas posibilidades de expresión han convertido a esta disciplina en uno de los focos de esperanza a los que aferrarse sin temor. De esto sabe mucho La Mutant que en septiembre se convirtió en el primer teatro de València, y uno de los primeros de España, en inaugurar de nuevo una programación estable, y que desde entonces ha otorgado a la danza un peso específico dentro de su oferta. En apenas tres meses, ya han desfilado por su escenario referentes como La Quebrá, Mercedes Peón o Bárbara Sánchez, mientras que compañías y creadores valencianos han exhibido sobre sus tablas un músculo poco común en estos tiempos.

A finales de noviembre, Albert García Saurí ponía en escena «Péls de colom», y éste, las valencianas Fil d’Arena cerrarán con «Cos a Cos E-111» su trilogía «La Sal», centrada en los fenómenos migratorios y sus consecuencias (12 y 13 de diciembre, 20:30 y 19 horas respectivamente).

Con «Cos a Cos», la compañía integrada por Isabel Abril, Clara Crespo, Irene Ballester y Roseta Plasencia completa una visión coreográfica iniciada en 2015 con ‘La sal que ens ha partit’, sobre las dificultades del viaje y los muros físicos que impiden los desplazamientos, y ampliada en 2017 con ‘Salt’, en la que el tema se planteaba desde la perspectiva de género poniendo el foco en la explotación sexual de las mujeres migrantes. ‘Cos a Cos’ mira de forma crítica hacia los ‘muros de papel’ y la burocracia como herramienta de violencia institucional, un hecho que mantiene a las personas migrantes en una situación de inseguridad y vulnerabilidad constante.

«Estamos hablando de esa jaula de hierro que el sociólogo Max Weber señalaba como el mal de la sociedad moderna», explican las responsables del espectáculo. «Cos a Cos muestra la espera como elemento central de esta lucha desigual contra la burocracia, pero también lanza un grito a la necesidad de estar juntos, al deseo de unirnos y movernos como respuesta». Respecto al carácter multidisciplinar de la propuesta, que combina danza, circo y teatro, destacan «una fiscalidad extrema que combina la concreción de la palabra con la fuerza y la capacidad para imaginar que deja la danza». Una danza que, ahora más que nunca, se ha propuesto combatir cuerpo a cuerpo contra las adversidades.